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Claudia Tobar | Responsabilidad difusa

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El país requiere que la fuerza colectiva de sus ciudadanos forme parte de una solución en alguno de los problemas que atacan al país

¿Cuándo tienes más probabilidad de que alguien te ayude si te caes? ¿Cuándo hay mucha gente circulando alrededor, o si solo hay una persona cerca? La lógica nos diría que mientras más personas, más probabilidad de que alguien se apiade a darnos una mano, pero la psicología social ha demostrado que a mayor gente menor responsabilidad de los individuos. Este sesgo en la psicología es denominado Difusión de responsabilidad. Hace relación a que hay un fenómeno que ocurre cuando las personas tienen que tomar una decisión, pero esperan a que otras personas lo hagan primero (McComb, 2023). A mayor cantidad de gente, mayor probabilidad de que cada individuo no haga nada. Este sesgo lleva a la gente a pensar que alguien más seguramente está actuando, y no responde a llamados de ayuda. Ejemplos de este sesgo se han documentado a través de experimentos sociales en varias culturas, edades y países.

¿Qué pasa cuando a nivel país todos tenemos difusión de responsabilidad? Asumimos que alguien más debería estar haciendo, generando empleo, educando o cooperando activamente. Es inevitable asumir que son los líderes políticos los llamados a solucionar los problemas sociales, de seguridad, ambientales, educativos, etc., a la final para eso fueron elegidos; pero, ¿en qué momento los ciudadanos nos desentendemos de formar parte de la solución? Sobre todo en nuestro país, donde la historia nos ha demostrado que la capacidad de actuar de esos líderes es limitada, deberíamos, por supervivencia y búsqueda de oportunidades, hacernos cargo. El país requiere que la fuerza colectiva de sus ciudadanos forme parte de una solución en alguno de los problemas que atacan al país. Afortunadamente estamos viendo un involucramiento de la empresa privada y ciudadanos en movimientos sociales autogestionados sin precedentes. Estas personas, sin más interés que ser parte de la solución, aportan, participan y facilitan la gestión de soluciones. Todos podemos tomar conciencia de la responsabilidad difusa, asumir nuestro llamado y ser activos, participando como aportantes, voceros, donantes u otros roles que dejen de lado ser espectadores de problema para ser engranajes de una solución.