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Carmen Ojeda: La importancia de no opinar sobre el cuerpo de los demás

...esto puede traer para la persona el mensaje implícito

Opinar sobre la apariencia o el cuerpo de los demás es una mala costumbre que tenemos muy arraigada y sobre la que debemos tomar conciencia, ya que puede resultar peligroso, incómodo, además de completamente innecesario. Cada comentario que hacemos, por más ingenuo que parezca, puede afectar el autoconcepto y la autoestima de las personas y generar mucho daño.

Estamos inmersos en una cultura donde se elogia mucho la delgadez, es muy explícito el culto al cuerpo y se siente la presión por cumplir altos estándares de belleza. Es notorio cómo en las redes sociales se busca la ‘imagen perfecta’ a través de fotos o videos, lo que puede afectar a los usuarios, sobre todo a los más jóvenes, que pueden ver su autoestima lesionada ante tanta exposición de imágenes que plantean solo una forma correcta de lucir.

Toda esta influencia cultural es muy peligrosa porque los seres humanos no podemos modelar nuestro cuerpo como queramos, no tenemos ese poder, y el esfuerzo que hacemos por lograrlo hace que terminemos sintiéndonos muchas veces culpables, ansiosos, tristes o frustrados. La imagen corporal negativa es responsable de mucha de la sintomatología depresiva y ansiosa que recibimos en consulta y sin duda una de las principales causas de trastornos alimentarios, como la anorexia y la bulimia, que son graves problemas de salud mental.

Debemos tomar conciencia de que nuestros comentarios pueden hacer daño y generar emociones negativas, aun cuando creamos que se trata de algo positivo como decirle a alguien: “te veo más delgado/a, te ves bien”, porque esto puede traer para la persona el mensaje implícito de que antes, cuando no estaba delgado/a no se veía bien o la exigencia de tener que mantenerse en aquello que con tanto esfuerzo ha logrado. La presión corporal siempre está ahí, en la familia, la escuela, el trabajo, el espacio público, etc., a menudo de manera imperceptible, y una forma de dejar de contribuir a ella, en bien de la salud mental de nuestra familia, amigos y conocidos, es evitando los comentarios críticos, llenándolos en cambio de aceptación, compasión y respeto. Recordemos que ningún cuerpo es mejor que otro y no hay una única forma para vernos y sentirnos bien.