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Diana Acosta-Feldman: Testamento 2024

Avatar del Diana Acosta

Me voy de este mundo tortuoso, pero siempre con la ilusión de recibir un nuevo año maravilloso

A pocas horas de concluir este año, con mis últimos estertores, siento que se extingue mi existencia y aunque el 2024 me ha dejado aporreado sin clemencia, les dejaré mi legado, pese a que muchos de mis herederos solo se merecen un grillete con candado.

A los aletargados miembros del Contencioso Electoral les dejo la necesidad de urgencia para que emitan más pronto que tarde resoluciones que tengan coherencia. A quienes me han matado de las iras todo el año por mandar nuestros derechos por un caño, les dejo grandes cantidades de decencia, para que dejen su indolencia y emitan justas decisiones con conciencia.

A la tan criticada Asamblea le dejo toneladas de sentido común y ética, para que paren de dar votaciones viscerales con actitudes patéticas, que solo buscan satisfacer sus intereses personales.

A mi escurridizo clima, que con su extrema sequía nos causó muchos sofocones, para que de una vez por todas llueva y ahuyentemos los apagones.

Al Consejo de la Judicatura, que ya parece caricatura, le doy con mi Constitución de pasta dura, para ver si le entra la cordura y comienza a tomar sus decisiones con sensatez y mesura.

A mis queridos juececitos les dejo toneladas de valentía e inteligencia, para que con osadía renuncien a la injerencia de cualquier ‘diablito’ con demencia.

En mis últimos minutos cavilando, en mi mente llego a la conclusión de pedir la eliminación urgente del Consejo de Participación Ciudadana, para quitarle la opción tirana de escoger a su antojo las autoridades de control de nuestra patria soberana.

Y cómo dejar fuera de mi testamento a la consentida y querida Corte Constitucional, mi gran orgullo del 2024. A ella le pido que continúe recia, para que no se desmotive cada vez que le pregunten aberrantes adefesios. También le dejo grandes cantidades de apoyo y celeridad, para que resuelva con sabiduría y agilidad, todos los casos que pretenden atentar contra nuestra Carta Magna sin piedad.

Me voy de este mundo tortuoso, pero siempre con la ilusión de recibir un nuevo año maravilloso ¡Feliz 2025, mis queridos lectores!