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Diana Acosta: Bofetada

Avatar del Diana Acosta

Debemos ser un país donde la honestidad sea el estándar y no la excepción

Un total descaro, una bofetada, así y más, se siente la impunidad de la que gozan ciertos delincuentes, que como pavos reales se pasean orondos por todo el mundo, porque saben que parte del dinero robado les sirve para seguir impunes o salir rápido de la cárcel a disfrutar lo saqueado. Vemos cómo en pocos meses salen libres los delincuentes; un poco de colaboración eficaz y afuera, a vivir ellos y sus familias de lo atracado.

Lamentablemente, la pena reducida de los delincuentes confesos, mediante la cooperación eficaz y el procedimiento abreviado, no ha logrado su cometido, pues no se ha eliminado la impunidad y mucho menos se ha disuadido a nadie de cometer delitos contra la administración pública. La sociedad no siente que la justicia ecuatoriana castiga como corresponde a la conducta delictiva, todo lo contrario; sentimos que los corruptos pasan una corta temporada en la cárcel para luego salir a disfrutar de lo saqueado.

No bastan las disculpas públicas leídas y poco sentidas, lo que queremos es que paguen una pena proporcional al delito cometido, devuelvan lo robado y reparen el daño infringido.

Pero lo que sí les duele a los corruptos es que les revoquen a ellos y a su familia la visa americana o que los declaren no elegibles para entrar a ese país; este hecho resulta más efectivo que la cooperación eficaz.

La justicia ecuatoriana debe actuar similar, pues en algunos casos la familia también tiene participación indirecta en los casos de corrupción, ya que son ellos quienes no solo disfrutan de los robado, sino que, además, tienen complicidad facilitando actos secundarios para ocultar el enriquecimiento ilícito, haciendo de testaferros y lavando activos.

Obviamente, sabemos que con estas acciones punitivas no estamos resolviendo la raíz de este problema; nuestro país necesita educarse y tener una correcta formación desde niños para inculcar valores, solo así se erradicará este círculo vicioso de la corrupción generalizada.

No debemos ser el país donde la viveza criolla prevalece. Debemos ser un país donde la honestidad sea el estándar y no la excepción.