Diana Acosta-Feldman | Dizque impolutos
Los chats, fotos y depósitos de dinero desnudan el nivel de corrupción enquistada a todo nivel
Asco es lo que siento al leer, unos ‘supuestos chats’ que algunos argumentan “están incompletos”; pero en ellos se evidencia delictuosas conversaciones, igualitas a las que vimos en el celular del narco Norero, con jueces, fiscales, funcionarios públicos y periodistas. Sin embargo, por los chats del narco la Fiscalía sí abrió un montón de indagaciones.
Los chats, fotos y depósitos de dinero desnudan el nivel de corrupción enquistada a todo nivel, incluida gente que se autodenominaba dizque impoluta, que “supuestamente” traficaba influencias, lavaba dinero y amarraba casos con las autoridades de turno, incluidos fiscales y jueces.
El fatuo argumento que han usado para desvirtuarlos es señalar que los “chats son filtrados”, que “la cadena de custodia se rompió”; pero pese a que varios de sus autores han confirmado que son reales, nada ha dicho aún la Fiscalía sobre los delitos que en ellos se mencionan, o sobre hechos que definitivamente sucedieron al tiempo en que se remitían los mensajes.
Lo honesto y correcto, como aconteció con los chats del narco, es que la Fiscalía los haga públicos, pues en estos nuevos chats también apesta a delito; y de ellos también deben derivar nuevas investigaciones para verificar si hubo o no el cometimiento de todas las fechorías que en ellos se evidencian, como tráfico de influencias con un montón de funcionarios, peculado, lavado de activos, defraudación fiscal y extorsión.
Por supuesto, en Ecuador sí existe periodismo serio, honesto, que no se casa con nadie, como EXPRESO, prestigioso y honorable Diario donde, en todos los años que llevo colaborando, nunca se me ha cuestionado una sola palabra de lo que escribo en contra del poder de turno. ¡Jamás!
Esperemos que la Fiscalía nos presente el nombre colorido con el que bautizará este chaticidio: Caso Amarre, Periodismo tarifado, Los Auspiciados, Lavandería, Truequeando influencias, Los Impolutos.
El que nada debe, nada teme y los delitos se deben investigar sin tapar sus trapos sucios. El país necesita verdad, transparencia y lucha frontal contra la delincuencia.