Diana Acosta-Feldman | Todos somos Ecuador
Llegó la hora de estar unidos por el Ecuador, sin banderas políticas, porque los buenos somos más
¡Qué orgullo nuestras gloriosas Fuerzas Armadas, nuestra Policía Nacional! Llegó la hora de estar unidos por el Ecuador, sin banderas políticas, porque los buenos somos más, porque los miserables criminales no pueden doblegar a todo un país, porque el enemigo solo es uno, el terrorismo.
Estos canallas delincuentes buscan infundirnos temor en medio de la desesperación para tratar de que nos paralicemos como país. Sin embargo, no lo consiguieron, a pesar de pretender sembrar el terror por diversos medios, su objetivo era darnos un golpe al bolsillo, pues eso es lo que produce una economía paralizada por el terror.
Pero siempre, después de la tormenta y de la noche más oscura sale el sol y el Ecuador y su gente vuelven a brillar sin temor.
Llegó la hora también de que los políticos se unan, sin banderas más que la tricolor, y que juntos tracen una hoja de ruta pro-Ecuador y pongan sus votos a favor del país. Es el momento para que la Asamblea apruebe esas reformas urgentes al Código Orgánico Integral Penal, tenga la voluntad política para depurar la Función Judicial, proteja con urgencia a los jueces y fiscales honestos que sentencian las causas de narcotráfico y corrupción. Es hora de que la Asamblea se solidarice con la situación que vive el país y le pegue de una vez por todas al bolsillo a los criminales y a los corruptos. Es hora de que los políticos pongan el hombro a la crisis y trabajen creativamente en la Asamblea, pues es el momento de votar por el Ecuador, y todos esos votos no tendrán otra intención que traducirse en la derrota de estos miserables enemigos que son el narcotráfico, la mafia y la corrupción. Pero para aniquilarlos deben atacarlos en lo donde más les duele: su sucio dinero mal habido.
Pongan ya sus votos para una eficaz ley de extinción del dominio y así poder arremeter contra los intereses económicos de los narcos, porque sin billete ya no compran armas, jueces, policías ni fiscales.
Digamos no al miedo, no al terror; no les demos gusto a los delincuentes. Salgamos a producir por el bienestar de nuestro país. ¡Todos somos Ecuador!