Diana Acosta-Feldman | Como grillos
Así pareciera suceder en esta época preelectoral en nuestro país, que más luce como campaña anticipada
Si menciono ‘acheta domesticus’ no les sonará familiar, a no ser que sean entomólogos, pero me refiero al nombre científico de los grillos, insectos desagradables, incómodos y ruidosos, que salen a la vida por miles, para revolotear alrededor de luminarias y caer donde puedan causando más de una molestia a quienes padecemos con su llegada en cada invierno.
Así pareciera suceder en esta época preelectoral en nuestro país, que más luce como campaña anticipada.
Con la primera lluvia electoral, mal llamada primarias, han salido como grillos, de manera sorpresiva, un sinnúmero de candidatos desde los sectores más recónditos. Han salido a revolotear alrededor de los partidos y movimientos que han prestado su nombre para tener algún caballito con el que competir, para luego, supongo, cuando ya se pongan serios y midan realmente sus posibilidades electorales, declinar las candidaturas y decantarse por alguna alianza, amarre o compromiso con algún otro candidato que consideran con mejores opciones.
Es un chiste el mal manejo de las primarias, es claro y evidente que todo se define con antelación y lo único que se hace en estos actos es corroborar lo decidido por la organización auspiciante.
La ley electoral amerita una reforma seria, con requisitos básicos para los candidatos a las diferentes dignidades nacionales, para así no tener personajes improvisados de última hora.
Obviamente, luego del cernido preelectoral, basado en datos e intenciones de voto, se tomarán las decisiones finales y recién ahí conoceremos quiénes serán los candidatos a la presidencia.
Me imagino que los teléfonos, mensajes de texto, video-llamadas y reuniones, deben estar que arden. Deben estarse rompiendo la cabeza tratando de lograr las maravillosas’ alianzas políticas, donde después del tire y hale sabremos quién van con quién y podremos deducir con qué fines.
Una vez más nuestro sistema electoral no nos deja de sorprender, parece que volveremos a tener una sábana con muchos candidatos sin ideología, programas de gobierno serios y alternativas reales para conducir nuestro país.