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Diana Acosta-Feldman: El guillotinazo

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Veamos qué pasa ahora, porque lo único seguro es que el guillotinazo del juicio político, a varios funcionarios, va porque va. ¡Se armó el despelote!

Los acuerdos, amarres, negociaciones y posibles pactos en la Asamblea, solo desnudan algo: el guillotinazo.

La guillotina la están armando entre varias fuerzas políticas, entre las que destacan los PSC y correístas. Todo este andamiaje se mueve en dirección del poder fiscalizador que tiene la Asamblea, y en la mira, algunos funcionarios se enfilan a la hoguera del juicio político.

El primero sin duda alguna será Lasso. Las mayorías ya han anunciado que “no van a dejar a Lasso en la impunidad”, pues las pruebas sobran para continuar con el fallido juicio político. A paso seguido, el ministro de Energía y Minas, la nueva Bancada de Ética y Política, liderada por Lucio, lo anunció con firmeza: “este Gobierno, con su irresponsabilidad, incapacidad, indolencia y falta de planificación con el pueblo, nos haya hecho retroceder décadas”, por la falta de luz. En eso muchos concuerdan, y con certeza los votos sobrarán.

Pero ningún pacto es gratuito, y hoy es el Gobierno quien tiene el poder, más no la mayoría, y por ello la manzana de la discordia será el juicio político a la fiscal general, primera anhelada a ser guillotinada en la agenda de la bancada más numerosa, que se sigue jugando “el todo por el todo”, como ya lo han anunciado.

Una vez más los ecuatorianos miraremos atónitos cómo se reparten el poder, tratando de optar por sectores de control y estratégicos, para tener el escenario propicio para el tan ansiado regreso de las huestes correístas.

Los depredadores políticos hoy se aglutinan para sumar votos, que le permitirán poner en jaque al novel gobierno, para con chantajes numéricos exigir las tan anheladas prebendas que los llevaron a la Asamblea.

Hace dos años los ecuatorianos ya vivimos el vergonzoso hecho de cómo el partido de gobierno se bajaba de la camioneta de la componenda, rompiendo su pacto con el correísmo y el PSC, porque según Lasso, “él elegía al Ecuador”, pero igual siguió pactando bajo la mesa. Veamos qué pasa ahora, porque lo único seguro es que el guillotinazo del juicio político, a varios funcionarios, va porque va. ¡Se armó el despelote!