Premium

Diana Acosta: Sentencias de pacotilla

Avatar del Diana Acosta

Mientras la justicia no cambie seguiremos siendo el país de la impunidad

Dicen que la justicia tarda, pero llega, sin embargo, en Ecuador esta máxima luce lejana, más aún cuando los corruptos como el excontralor Pólit y su hijo, que se llevaron al Ecuador en peso, no fueron castigados en nuestro país como debían, sellando su impunidad. La justicia por acá muda, pero no así la justicia de los Estados Unidos de América, que los tiene con monito naranja tras las rejas, obligándolos a devolver todo lo lavado.

Felizmente, con la Corte Constitucional, esa máxima sí aplica. ¿Recuerdan ustedes que a principios de año saltó a la palestra pública un caso más de discriminación y violación a la Constitución, cuando un aspirante al cargo de oficial de las Fuerzas Armadas fue rechazado por tener un tatuaje? Pues bueno, uno de los afectados presentó una acción de protección porque, arbitrariamente, lo habían declarado no apto en el proceso de selección “por tener un tatuaje en el pectoral izquierdo de tamaño mayor a la palma de la mano”.

Como de costumbre, los jueces constitucionales de primera y segunda instancia, haciendo gala de su desconocimiento, no encontraron vulneración a los derechos constitucionales del afectado, sin embargo, la Corte Constitucional, mediante Sentencia 916-22-JP/24, encontró que la Armada violó los derechos a la igualdad y no discriminación, libre desarrollo de la personalidad, imagen propia y seguridad jurídica en la postulación a carreras militares por el tatuaje del afectado; en consecuencia, ordenó medidas de reparación como disculpas públicas, compensación económica, etc.

No escribo estas líneas para resaltar el uso de tatuajes, lo hago para señalar una vez más, otra de las barbaridades de los jueces “no especializados” constitucionales. Lamentablemente, sus días no están contados hasta que la Judicatura no nombre a jueces constitucionales especializados en la materia, lo cual urge para evitar estos fallos que solo congestionan a la alta corte por la cantidad de casos que necesitan escalar por estas sentencias de pacotilla.

Mientras la justicia no cambie seguiremos siendo el país de la impunidad.