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Canibalismo político

Avatar del Diana Acosta

Las autoridades del CNE deben pronunciarse y tomar acciones ejemplarizadoras sobre las diversas vulneraciones a la ley

Es condenable observar la presencia de tantos candidatos a la presidencia de la República, a sabiendas de que muchos de ellos no tienen la más mínima oportunidad de ser elegidos. Solo basta revisar cualquier encuesta para darnos cuenta de la carga voluminosa de chimbadores que tienen estas elecciones.

No hemos aprendido la lección. La vieja táctica de divide y vencerás sigue siendo efectiva, mientras los ególatras egoístas siguen poniendo en bandeja de plata los procesos electorales por la falta de consensos entre las diferentes fuerzas políticas, lo cual nos continúa arrastrando a un inescrupuloso canibalismo político.

Para estos candidatos, el fin les justifica los medios y por ello avanzan sin reparo en su cometido, irrespetando de manera grosera y evidente la ley a su antojo, como con los fondos de campaña, donde no existe ningún tipo de control del ente electoral. No hay un solo llamado de atención, hay total libertinaje para el manejo arbitrario de cuanta cosa quieran regalar o entregar los candidatos. El ente electoral está más ausente que nunca, simplemente se ha limitado a atender la parte logística del proceso, sin reforzar los controles de legalidad al mismo.

Otra grave violación es al Código de la Niñez y Adolescencia, que en su artículo 52 numeral 2, prohíbe “la utilización de niños o adolescentes en programas o espectáculos de proselitismo político”; y, sin embargo, vulnerando la ley, algunos candidatos usan a niños en sus campañas proselitistas.

Nos preocupa que quienes aspiran a llegar al sillón de Carondelet incumplan las leyes a su antojo y según convenga a sus intereses. Esto solo demuestra su total irrespeto y desprecio a las leyes, lo cual nos lleva a preguntarnos: ¿si ahora como candidatos ‘sin poder’, hacen esto, ¿qué harán cuando lleguen a tenerlo?

Las autoridades del CNE deben pronunciarse y tomar acciones ejemplarizadoras sobre las diversas vulneraciones a la ley, frenando esa sensación de que todo está permitido en este proceso electoral, pues no por el hecho de ser exprés, los candidatos pueden violar a discreción la ley.