Empieza el show

Aún no empieza el juicio político, pero ya comenzaron, hace rato, las negociaciones al interior de la Asamblea
Hoy empieza el show, no le queda nada de seriedad a esta Asamblea. En sus pasillos poco falta para escuchar una melodiosa sintonía: “ya comienza el programa, el juicio, ya está aquí…”, pues la cantidad de payasadas que escucharemos en el Pleno, donde finalmente se decidirá si se aprueba o no la interpelación al mandatario, será, sin temor a equivocarme un hazmerreír internacional.
Aún no empieza el juicio político, pero ya comenzaron, hace rato, las negociaciones al interior de la Asamblea para, producto de pactos, promesas y componendas, caer bien parados dentro de la rayuela política para alzarse con las diferentes y estratégicas posiciones a definirse en pocos días en el Legislativo.
Se inauguró la feria para lograr el dominio y liderazgo de la Asamblea, en la que florecerán relaciones novedosas y antinatura entre fuerzas tradicionalmente opuestas, pero para quienes el fin justifica los medios.
Oposición y Gobierno pujarán a toda costa por conquistar unos cuantos votos sobrevalorados, doblegando principios, voluntades y conciencias a favor de sus intereses coyunturales y vanidades de poder.
El gran perdedor de este festín es el PSC pues en pocos días se les han bajado tres legisladores, gracias a la gestión de su exaliado y coideario, ahora ministro de Gobierno, que los tiene a punto de quitarles el título de bancada para llevarlos de manera humillante a ser parte de las diversas minorías en la Asamblea. Son días oscuros los que atraviesa el PSC, cuya vida y futuro es de pronóstico reservado.
Y mientras todos estamos distraídos con el patético espectáculo dentro de la Asamblea, afuera se posesionarán los nuevos consejeros del Cpccs, con claras instrucciones de designar a funcionarios claves para tomarse en peso el país, a través de nombramientos ‘taylor made’.
Cuando termine el circo político despertaremos en un Ecuador colapsado, donde solo habrá perdedores, en el que nos gobernarán los peores en una Asamblea de terror, con un país desbordado por la violencia, donde el crimen sigue con una racha imparable. ¡Qué pena mi Ecuador, cada día de mal en peor!