Pacto y componenda
La Asamblea que está próxima a inaugurarse se encuentra bastante fraccionada, con fuerzas políticas dispersas, de ideologías, preferencias y fines diversos y en muchos de los casos, opuestos. Ninguna de las bancadas tiene la mayoría absoluta del organismo, por lo que ya se comienzan a escuchar fuertes vientos de pacto y componenda.
Veremos los primeros indicios de estos movimientos truculentos en los acuerdos que se logren para obtener la votación necesaria a favor de sus alfiles, para que ocupen cargos estratégicos en la dirección de la Asamblea. Allí se unirán el hambre y la necesidad, con seguridad saldrán a flote los primeros pactos y veremos claramente cómo se juntan el agua y el aceite, alineando los astros en virtud de conseguir los cargos que persigan. La sed de poder los cegará y se harán de la vista gorda para unirse a quienes durante la campaña electoral los mostraban como sus enemigos acérrimos. Cuando se privilegian los intereses por sobre la ética y los principios, ocurren situaciones como las que se llevarán a cabo dentro de la Asamblea. Debemos prestar atención a quiénes y por qué motivos se van juntando, y así tener una idea de cómo funcionarán esas mayorías móviles que bailarán al ritmo que les convenga.
Los votos dentro de la Asamblea irán ganando peso conforme vaya creciendo la necesidad de lograr la aprobación de las leyes requeridas para la gobernabilidad del país.
Lo peligroso es qué estarán dispuestos a sacrificar frente a obtener lo que necesitan. Sabemos que la bancada del ático buscará su cuota de poder para presionar por la amnistía y liberación de quienes están tras las rejas y por los techos.
El fin no justificará los medios, las fuerzas políticas que presumen ser de oposición a todo lo que representa el pasado oscuro no pueden caer dentro de estas prácticas bellacas, que los ubicará dentro del mismo saco de quienes arrasaron con nuestras arcas fiscales.
El peaje de acceso al poder puede salir caro y quienes normalmente lo terminan pagando somos los ciudadanos.