Premium

Soberanías vernáculas

Avatar del Diana Acosta

Solamente continuando con pasos contundentes como este lograremos que se respeten nuestros derechos en todas las instancias

La semana pasada en el paraninfo de la facultad de Derecho de nuestra ‘alma mater’, la Universidad de Guayaquil, la académica Manuela Picq presentó su libro Soberanías vernáculas, en el cual destaca la lucha de las mujeres indígenas por incorporar sus derechos de participación en la Constitución.

En su investigación, Picq muestra cómo las mujeres indígenas han sido históricamente actores políticos dinámicos, moldeando las prácticas estatales con sus variadas formas de resistencia, a pesar de la violencia socioeconómica y sexual que enfrentan. No obstante lo anotado, un grupo de aguerridas mujeres de la Red Provincial de Organizaciones de Mujeres Rurales y Kichwas de Chimborazo, históricamente discriminadas y marginadas como sujetos pasivos al margen de los procesos de toma de decisión, lograron incorporar en la Constitución del 2008 lo que otros grupos no consiguieron, que en la Justicia Indígena se garantice la participación y decisión de las mujeres, en contraste con la justicia ordinaria, donde consta únicamente que se “propenderá” a la paridad entre mujeres y hombres en la Función Judicial, sin que sea obligatoria su participación en la toma de decisiones como ya lo es en la justicia indígena.

Defender la participación de las mujeres en igualdad de condiciones, incluyendo el ámbito de la justicia, es una lucha que aún no concluye, pues solo las valientes mujeres indígenas han logrado conquistar con éxito su participación en la administración de justicia indígena, creando la primera constitución de América Latina que garantiza explícitamente estos derechos y la primera en el mundo que exige la paridad de género en la misma.

El libro de Manuela hace notorio que la lucha por la igualdad entre hombres y mujeres, en los diversos espacios de decisiones, sigue siendo una batalla por conquistar, y por ello debemos aplaudir el extraordinario hito conseguido por las valientes mujeres indígenas de nuestro país. Solamente continuando con pasos contundentes como este lograremos que se respeten nuestros derechos en todas las instancias y estamentos de la sociedad.