Travesura
Se congeló el precio de los combustibles “populares”, pero antes los subieron hasta el nivel que planeaban llegar para fin de año. Esta travesura fue recibida como una tomadura de pelo por quienes reclamaban alrededor de esta medida. El incremento impactará los costos de todos los sectores debido a la elevación de las tarifas de transporte para productos de consumo domestico y exportación, lo cual será la excusa perfecta para subir los precios de todo lo que se nos pueda ocurrir.
¿Cómo pretendía el Gobierno que hiciéramos turismo interno durante este prolongado feriado de 5 días si todo está carísimo? Si capaz al viajar encontraríamos carreteras cerradas, con pedrada incluida, sumado a que el diésel y la gasolina ocupan ahora buena parte del presupuesto de la escuálida economía de los ecuatorianos.
Tampoco llega la reducción de impuestos. El presidente prometió por escrito que no pondría más tributos y que además eliminaría, entre otros, el impuesto a la salida de divisas. ¿Cómo pretenden que venga la inversión extranjera si un inversionista para sacar su dinero tiene que pagar al Estado el 5 % sobre lo remitido? ¡Un absurdo! Es como que España le cobre a nuestros migrantes el mismo impuesto sobre las remesas que nos envían; es una medida confiscatoria.
Ahora se plantea un impuesto al patrimonio de personas naturales y jurídicas, como si todos los patrimonios fueran generadores de ganancia, liquidez o riqueza. Tengan cuidado, hay empresas con grandes patrimonios que son ilíquidas y no generan utilidad, por lo que un impuesto de este tipo implicará su quiebra. Lo mismo ocurrirá con una persona natural que tenga una propiedad de alto valor, pero desempleada y sin posibilidades de pagar el tributo. En este caso el impuesto será una medida atentatoria contra la propiedad privada.
Entiendo que hay un déficit presupuestario que cubrir, pero me parece que el Gobierno está pasando el sombrero por el lado equivocado. Necesitamos sensatez, cordura y mesura para corregir los errores y empezar a tomar las medidas acertadas que sintonicen con el pueblo.