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¡Se viene el camionetazo!

Avatar del Diana Acosta

Nunca es tarde para aguarles la fiesta a los carroñeros políticos

¡Se viene el camionetazo! Los ‘en-sambleístas’ empiezan a ensamblar el cacharrito que lleva varias décadas sin andar. Se van uniendo de a poquito, conforme van encontrando las “justificaciones constitucionales” para dar el gran golpe.

De a poco van construyendo el trampolín con el que, mediante un triple salto mortal, el presidente de la Asamblea espera caer parado y sin rasguños al interior de Carondelet. Salto peligroso y avezado, pero en este punto y luego de tanto intento por tumbar al poder constituido, el fin les justifica los medios.

La propaganda circense del “Juicio va” ya circula abiertamente y con firmas de responsabilidad, donde la cachiporra la lleva el acróbata temerario.

Ahora tienen que definir quién manejará la camioneta, quiénes irán en la cabina y en el balde, los que con seguridad serán los mismos politiqueros de siempre, especializados en golpismo y oportunismo.

Por ahí también andan unos cuantos rezagados que toman distancia con solapada cautela, aguardando como aves de rapiña el dictamen de la Corte Constitucional que, de resultar favorable, los hará correr desesperadamente para subirse, así sea en el estribo.

Para darle forma al golpe, los iluminados asambleístas decidieron sabiamente buscar a letrados que les corrijan el mamotreto con el que pretendían plantear un juicio político al presidente y así no tener ningún inconveniente para arrancar la camioneta y arrastrar todo lo que se les ponga por delante, incluso al Ecuador ¡El camionetazo va!

Lamentablemente, ha sido el propio presidente quien les ha dado de comer, poniéndoles en bandeja de plata la oportunidad de tumbarlo, ya que lo correcto era soltarle la mano al ‘cuñadísimo’ y con firmeza irse contra la corrupción, trátese de quien se trate. No hubiera existido ni gran padrino, ni comisión por omisión, ni sospechas, sino un gobierno cerrando filas a los deshonestos.

Nunca es tarde para aguarles la fiesta a los carroñeros políticos; quizás es hora activar la muerte cruzada, para que todos se vayan a su casa, y dejar con los churos hechos a los camioneteros de turno.