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Eduardo Carmigniani: Un ‘broker’ captador

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La captación de inversiones por fuera del sistema financiero o del mercado de valores es delito y este no debe ser un nuevo caso que quede impune

Que de cuando en cuando se planifique nuevas estafas masivas, de captadores ilegales de inversiones, que merodean tanto local como internacionalmente, no resulta sorprendente. Pero sí lo es que siga habiendo centenas de incautos que se dejen embaucar por tales ‘atractivas’ ofertas de rentabilidad mensual, que a ojos vista son pirámides Ponzi, y que más temprano que tarde terminan esfumando los capitales y arruinando a quienes se embarcan en semejantes riesgos.

La avaricia rompe el saco.

La oportunidad para recordar lo anterior, que como decía no es nuevo, nos la trae ahora una agencia intermediaria para la colocación de seguros, un ‘broker’, con operaciones en Quito, según reveló por primera vez esta semana el portal Primicias. Y aunque resulta del todo evidente que un negocio como ese solo puede dedicarse a asesorar a su clientela para la contratación de pólizas de seguro, también es evidente que la trapacería no respeta límites. Según los documentos que se han hecho públicos, la susodicha agencia intermediaria aceptaba por escrito recursos, con la finalidad de “invertirlos” en actividades exclusivamente afines a su objeto social, digamos, por 36 meses. Pero tan clara es la estafa que, si se revisa el balance del tal ‘broker’ con corte al 31 de diciembre de 2022, su pasivo total no llega a USD 170.000. El tema es simple entonces. Las tales inversiones ni siquiera se registraban en la contabilidad (más allá de que su captación ilícita tampoco quedaría saneada aun de estar registrada contablemente).

Y en este punto hay que ser muy claros. Estafas como esas difícilmente pueden ser detectadas a tiempo por las autoridades. Ningún supervisor, ni de la Superintendencia de Bancos, ni de la de Compañías, tiene en su escritorio una bola de cristal como para conocer al detalle, día a día, las actividades de las empresas. Pero ahora que el tema se conoce sí deben actuar. La captación de inversiones por fuera del sistema financiero o del mercado de valores es delito y este no debe ser un nuevo caso que quede impune.

Pero en adición a las penas este debe ser nuevo recordatorio de la importancia de la educación financiera. Hay que profundizar en eso. Las estafas masivas vía esquemas Ponzi necesariamente requieren tener como contraparte a ciudadanos que por ingenuidad o ambición desmedida caen en las garras de notarios cabreras, magos, Miami boys, lobos criollos de Wall Street, e infinidad de sinvergüenzas de igual talante. Esto sí se puede prevenir.