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La mafia de Petroecuador

Avatar del Eduardo Carmigniani

Solo limpiando Petroecuador el Estado ahorrará cientos de millones de dólares que se escapan por gigantescas tuberías de corrupción conectadas a sus “contratos”

Hay dos instrucciones -a ejecutar en los próximos 100 días por el ministro de Energía según la “Política de Hidrocarburos” expedida por el presidente Lasso con decreto 95- que pueden, de ejecutarse con rigor y disciplina, hacer estallar la estructura mafiosa que por decenios tiene atrapada a Petroecuador. Sí, decenios, pues no nos equivoquemos, esa mafia no fue inaugurada en el correísmo. Se mantuvo, igual que bajo Moreno, pues es tan antigua que ha pasado por tantas cadenas que, puede decirse, es fundacional.

El decreto dispone realizar todo lo necesario para instaurar “las mejores prácticas empresariales y de buen gobierno corporativo” y que la contratación de quienes ocupen las más altas gerencias promueva “un sistema de integridad empresarial”. Y si bien eso parece apuntar a establecer “las condiciones idóneas que permitan transformarla en una empresa que se cotice en mercados internacionales” (art. 4, letras s y t), en verdad las cosas deben arreglarse aun al margen de ese objetivo. La integridad de Petroecuador debe ser un fin en sí mismo.

Solo limpiando Petroecuador el Estado ahorrará cientos de millones de dólares que se escapan por gigantescas tuberías de corrupción conectadas a sus “contratos”. Y podrá además, con la cara limpia, presentarse en cortes internacionales a reclamar ser indemnizada como víctima de la corrupción, sin ser tratada como co-conspiradora.

Ese baldón lo viene recibiendo en cortes estadounidenses. Varias veces se le ha dicho ya que no puede ser víctima, sino cómplice, ora por la “penetrante, constante y consistente conducta ilegal” (jueza Otazo-Reyez, caso contra Juan Baquerizo Escobar); ora porque “al menos cuatro funcionarios... ...incluyendo funcionarios de alto nivel, estuvieron envueltos en el esquema oculto de sobornos, en la medida en que la negociación y manejo de contratos en nombre de Petroecuador estaba en el ámbito de sus facultades y actuaron, al menos en parte, beneficiando a Petroecuador consiguiendo contratos para esta” (Corte de Apelaciones del 11º Circuito, caso contra José Cisneros Alarcón).