Fausto Ortiz: Después del 24 de mayo

...seguramente tendrán mejor recuerdo del cambio vivido, pero no de lo sufrido ante la volatilidad del tipo de cambio
La pelea sigue cerrada, todavía parece que la frase “está para cualquiera” aplica perfectamente, no hay señales contundentes y el voto duro se ha mantenido fiel. La campaña empezará a tomar fuerza y podría recién mostrar claridad la última semana. Definitivamente el escenario de una potencial desdolarización tomó fuerza. Es de lo que quieren hablar los medios y los empresarios. Cómo viene, con quién viene y cuándo viene. No hay espejo mágico que sirva, toca evaluar escenarios y contrastar con lo actual, que al menos nos ha brindado estabilidad y visión de largo plazo.
Existe una importante proporción de la población que no vivió los sobresaltos causados por una moneda débil. A partir del segmento poblacional sobre los 40 seguramente tendrán mejor recuerdo del cambio vivido, pero no de lo sufrido ante la volatilidad del tipo de cambio, la desesperación por hacer rendir los sucres en fin de semana, el moverse a dólares pronto para evitar que la devaluación se lleve los ahorros, lo que finalmente la crisis bancaria terminó haciendo por el congelamiento y la dura decisión de vender a cualquier precio con tal de deshacerse de la moneda local y pasarse al refugio llamado dólar.
Cada proceso electoral trae de vuelta ese fantasma. Por momentos incluso de los dos lados. Es muy difícil desdecir lo dicho y más complejo cuando lo habías dicho con mucha convicción.
De hoy en adelante, los escenarios para tomar acciones los separo en tres momentos: primero la incertidumbre hasta la madrugada del 13 de abril, los siguientes 40 días hasta la posesión y después del 24 de mayo.
Para cualquiera que le corresponda lucir la banda presidencial la situación será similar. Un presupuesto por presentar a la Asamblea Nacional para el año 2025 en el que destacará la enorme cantidad de recursos que deberán reflejar Salud y Educación, que por años no lo han recibido, para lo cual escribirán cualquier cosa como ingreso presupuestario para evitar que el déficit fiscal supere los USD 7.000 millones, sabiendo que al final del año no se ejecutará.
Desde el primer día en funciones habrá que ser muy claro en el tema de la relación con los mercados internacionales, que deben convertirse en una fuente importante de financiamiento a muy largo plazo, tanto para bajar el tamaño de las amortizaciones anuales, como para alejar el deseo enfermizo de no pagar lo que pedimos prestado.
Buena parte de los ingresos de financiamiento se habrán recibido hasta mayo 24 y también habrán sido pagado sus respectivas amortizaciones, lo mismo con la parte fuerte de recaudación de impuestos hasta abril.
Dependiendo del discurso del arranque, será más o menos complicado el apoyo a la gestión de gobierno. Mientras dure la luna de miel habrá tiempo para evaluar aquellos proyectos que no se pusieron en marcha y tomar decisiones finales sobre su implementación y el posterior impacto en el crecimiento económico.
Para el mes de octubre regresará a la Asamblea el presupuesto para 2026 y como lo señala la Constitución pasará por ahí para saludar la bandera, ya que no hay forma de que se le hagan cambios.