Fausto Ortiz | Dieciséis candidatos en la papeleta
Todos serán expertos en seguridad y con seguridad tendrán las soluciones para corregir la crisis energética...
Faltando un trimestre para terminar el año tenemos muy malos números en crecimiento económico. Meses atrás señalaba que el 0,1 % de crecimiento del PIB, estimado por el FMI para Ecuador, era optimista y sigue vigente la idea. Ahora discutimos qué tanto decreceremos en ausencia de una reacción oportuna del Gobierno en momentos que no es tan notoria una recuperación del ritmo de crecimiento anual del crédito en los mayores bancos, que al mes de septiembre (9,9 %) se acerca a lo alcanzado un año atrás (10,5 %), y no alcanza por sí solo a despertar la economía.
Esta semana se definieron los binomios para las elecciones del próximo período presidencial que debería durar cuatro años. De 17 potenciales candidaturas terminaron en 16, que se encuentran a la espera de su calificación definitiva para empezar oficialmente su campaña en enero del próximo año, mientras los veremos en las redes sociales intensamente. Hasta ahora las encuestas ubican a dos candidatos con mayores intenciones de voto. En la papeleta aparecerán a la izquierda y derecha de su antiguo aliado político y son de fácil ubicación. Esta era la campaña para el candidato Armijos, seguro les ganaba a cuatro por lo menos. Algunos candidatos necesitarán una campaña especial para encontrarlos al momento de votación y podría ser algo así como “ubícame bien a la derecha, casi casi al final”.
Con tanto candidato será muy útil hacer uso de herramientas de inteligencia artificial para lograr resúmenes de los programas de gobierno que acompañan a los presidenciables. Todos tienen la misma información, saben que la principal preocupación es la seguridad, seguida de los temas económicos, en donde el deseo de lograr o mantener el empleo destaca ampliamente. Todos serán expertos en seguridad y con seguridad tendrán las soluciones para corregir la crisis energética en su mandato, al menos durante la campaña.
A muy pocos les interesará profundizar en soluciones para lograr un adecuado crecimiento económico que supere ampliamente el crecimiento poblacional. A menos les quitará el sueño corregir la ficción fiscal que se vive y que ha logrado disminuir el déficit a punta de no hacer obra pública y evitar ejecutar el gasto en educación y salud. A nadie le interesará salir a decir que la deuda con los tenedores de bonos debe ser pagada para asegurar mejoras en el riesgo país para que empresas y Estado accedan a mejores y mayores opciones de recursos externos necesarios para la generación de empleo.
Los 16 candidatos en la papeleta estarán interesados en ganar votos, algunos para llegar a segunda vuelta, otros para posicionarse para la siguiente elección, y la mayoría para asegurar que su otrora gran partido no transite la senda que los llevará al olvido y a desaparecer. De los 17 partidos y movimientos en la papeleta, 10 no existían en la elección de 2006 y del resto, por ahí un par pueden ir armando sus maletas para emprender el duro viaje de cambiarse el nombre, maquillarse y seguir bajo otro carapacho.
Nos merecemos una campaña de propuestas, de soluciones, de planes concretos que puedan ser implementados y que sirvan; sin embargo, es probable que mentir y mentir sea la opción que más se utilice por su alta eficacia en lograr resultados.