Fausto Ortiz: ¿Cuánto mismo falta?
Cuando los gastos superan a los ingresos (déficit) se debe conseguir deuda desde que no tenemos la maquinita que imprimía moneda local
El Ministerio de Finanzas tiene al menos dos fuentes de información para dar a conocer su ejecución presupuestaria y resultados fiscales.
Ambas se las encuentra en su página web www.finanzas.gob.ec
Una presenta información con un día de retraso y la otra de al menos 30 días.
La primera es la Ejecución presupuestaria que refleja el registro diario de ingresos y gastos del Presupuesto General del Estado.
Un día antes de escribir esta columna, el 6 de febrero, se pudo observar que Finanzas ha recibido $ 1.419 millones (M) por impuestos y $ 575M más por nueva deuda pública. Ha pagado $ 674M por nómina, que es más del 90 % que debió pagar mensualmente, $ 416M de intereses de deuda pública, muy poco del 40 % al IESS por jubilaciones, nada de obra pública y $ 252M de amortización de deuda pública. Quedó con saldo a favor en la caja a la espera de los resultados de la aprobación del IVA al 15 %.
La segunda aparece en las estadísticas fiscales y refleja los resultados de la programación fiscal con mayor depuración para efectos de análisis más preciso. Por ejemplo, mientras el dato de la ejecución presupuestaria nos indicaba que el déficit fiscal del 2023 fue $ 5.373M, en las estadísticas fiscales lo ubican en $ 6,241M. Casi $ 1.000M de diferencia que no es poca cosa y frente al PIB sería 4,5 % vs. 5,2 % de déficit. ¿Con cuál de las dos proyectar? Con las estadísticas fiscales porque reflejan los gastos devengados, independiente de si se los pudo o no registrar en la ejecución presupuestaria.
Luego de esa introducción intentaré responder la pregunta de la columna de hoy. ¿Cuánto mismo? Primero es importante entender que cuando los gastos superan a los ingresos (déficit) se debe conseguir deuda desde que no tenemos la maquinita que imprimía moneda local. También hay que conseguir deuda para pagar las amortizaciones de las deudas y pasivos del Ministerio de Finanzas. La suma de ambas es la plata por conseguir. Empecemos por las amortizaciones: hace mucho rato nos ha tocado pagar cerca de $ 5.000M anuales de vencimientos de deuda y en este año hay que agregarle al menos $ 4.000M de atrasos que no se pagaron el año anterior. Van $ 9.000M.
Si suponemos que partimos de un déficit similar al del año anterior, es decir $ 6.200M, a dicho valor hay que sumarle los recursos que hay que destinar al conflicto armado interno, que podrían ser $ 800M (para efectos de redondeo) a lo que hay que sumarle la obligación constitucional de presupuestar 1 punto del PIB para salud y educación, que serían otros $ 1.200M. Sin inversión pública adicional y ajustes entre varios gastos, el 2024 sería un año con déficit de $ 8.200M.
¡Cómo no recordar en breves momentos al Dr. Vladimiro! Nos faltan entonces $ 9.000M para pagar deuda más $ 8.200M de déficit, es decir $ 17.200M de financiamiento.
¿Dónde está la plata? Si se aprueba el IVA al 15 % y los otros impuestos temporales, podrían recortar en $ 2.000M el déficit y en idéntico valor la necesidad de financiamiento. Tocaría pagar los atrasos del año pasado y atrasarse por otros $ 4.000M, ojalá ‘rotando la crisis’. Se supone que deuda para pagar deuda es fácil y así se obtendrían otros $ 5.000M.
Nos siguen faltando $ 6.200M. Dicen que el IVA abrirá puertas, pero podría faltar combustible.