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Fausto Ortiz: Hablemos de gastos

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Contrario a lo que tenemos como verdad única, los Gastos totales del PGE han caído de 27,7 % del PIB 

Al finalizar el año 2024 los Gastos totales del Presupuesto General del Estado (PGE), sin considerar el pago de amortización de deuda pública, totalizaron USD 25.388 millones (M) y representaron el 20,9 % del PIB. Es el segundo año en el que el Ministerio de Finanzas ya no incorpora la Importación de Derivados dentro del PGE y permitirá una mejor comparación de cara al futuro.

El Gasto en Importación de derivados se incorporó a inicios del año 2008 en un intento de medir el impacto del subsidio de combustibles en el Gasto Público. Desde 2023 vuelven a ser comparables las cifras, sin necesidad de efectuar ‘cansones’ ajustes.

Existen cuatro grupos de gastos que en conjunto durante 2024 representaron el 93 % del Gasto Total. En su orden de importancia son el Gasto de Personal, de Capital e Inversión, Transferencias Corrientes y los Intereses o Gastos Financieros.

Frente al PIB estos cuatro gastos representaron el 19,2 % mientras que los Gastos Totales el 20,9 %, siendo bastante clara su adecuada representatividad; permite hacer comparaciones históricas dejando a un lado las distorsiones que aportaba el registro de la Importación de Derivados.

Para efectos de comparación tomaremos referencia su peso en el PIB. Para el PIB nominal de 2024 el dato oficial es de USD 123 mil millones, pero a mano alzada lo he ajustado y utilizo USD 121MM. El 15 de este mes el BCE publicará el crecimiento económico del tercer trimestre de 2024 y veremos si su estimación de 0,9 % de crecimiento anual del PIB debe ser desechada completamente. Algunos hace rato lo hicimos.

Empecemos por el Gasto de Personal de los últimos 15 años. Frente al PIB se ha movido entre 7,9 % (2022) y 8,8 % (2018). En 2021 tuvo un mejor resultado que el rango presentado (7,6 %) pero fue porque en Finanzas se ‘confundieron’ en el registro y cerca de $1.000M de nómina fue registrada como Gasto de Capital. Cosas que pasan. En los años 2023 y 2024 se ubican en 8,2 y 8,1% del PIB respectivamente.

El Gasto de Capital e Inversión agrupa la Obra Pública y las transferencias a GAD. El 2024 fue su peor momento, con 3,9 % frente al PIB y el rango superior se lo observó en 2013 con 12,3 %. Aquí se ve clarita la respuesta al pedido “bajen el gasto”. Se fueron por la fácil, recortar la obra pública en lugar de algún innecesario gasto corriente que debe estar bastante bien escondido.

El tercero en importancia es aquel en el cual se registran los bonos sociales que intentan aplacar la pobreza extrema y también registra el insostenible gasto del subsidio del 40 % a las pensiones de jubilación. Frente al PIB, su punto más alto llega a 4,3 % (2024) y el inferior fue 1,6 % (2016), cuando el gobierno de turno dispuso no pasar completo el 40 % porque el IESS tenía mucha plata. Fue modificado en 2019 (3,3 %).

Finalmente, los intereses de deuda pública. De apenas 0,8 % del PIB en 2010 a 2,9 % en 2024. Tuvo su pico en 2019 (3,1 %) previo a la pandemia en que se renegociaron los bonos globales, que empezarán a vencer en 2026.

Contrario a lo que tenemos como verdad única, los Gastos totales del PGE han caído de 27,7 % del PIB en 2010 a 20,9 % en 2024. Su pico fue 30,3 % en 2015. Baja, entre otras cosas, porque la falta de ingresos no permite atender obra pública o salud y educación. Harta tarea pendiente.