Fausto Ortiz | La inversión pública

Una cosa es devengar (recibir las planillas por obra ejecutada) y otra es pagarlas. La diferencia se la conoce como atraso
La inversión que realiza el Gobierno se la identifica bajo el nombre de Plan Anual de Inversión (PAI) y se puede seguir su ejecución de forma diaria a través de los reportes de la web del Ministerio de Finanzas. En los primeros 90 días del presente año se registró un gasto devengado de Inversiones por USD 167 millones (M) que se convierte en el mayor valor para un primer trimestre de los últimos cuatro años y el triple de lo invertido en obra pública el año anterior. Visto así parece interesante, sin embargo, se necesita agregarle contexto.
El valor esperado de inversión para todo el año es de USD 1.951M y habiendo transcurrido la cuarta parte (25 %) del año, si el gasto se pudiera ejecutar de forma lineal, se debió llegar a cerca de USD 500 millones, pero únicamente se ejecutó el 8,6 %.
Ahora veamos los actores más importantes del PAI. Existen seis instituciones que cuentan con un presupuesto para inversión que supera los USD 100 millones. El Ministerio de Transporte ($273M), Energía y Minas ($269M), Defensa ($194M), Salud ($194M), Educación (193M) y Universidades ($138M). De este grupo, los de mejor ejecución fueron el Ministerio de Transporte, que alcanzó el 12 % de gasto devengado, seguido por Salud, que ejecutó 10 % y el Ministerio de Educación con 9 %. Una cosa es devengar (recibir las planillas por obra ejecutada) y otra es pagarlas. La diferencia se la conoce como atraso. Educación no registró atrasos en el pago de sus inversiones y Salud muy poca.
Cuando revisamos las entidades que alcanzaron a ejecutar arriba del 25 %, lo cual va en línea con el paso del tiempo, encontramos al Ministerio de Gobierno (100 %) y Contraloría (97 %) con presupuestos, que al sumarse no llegan a los 150 mil dólares, es decir muy poco para celebrar.
La Secretaría Técnica de Circunscripción Amazónica cuenta con un presupuesto de USD 70 millones y el Ministerio del Deporte con USD 17 millones. Han ejecutado el 39 y 35 % respectivamente. Bien por ellos, pero falta mucho más en el resto.
Alcanzar récord en los últimos cuatro años para el tiempo transcurrido está bien, pero siempre nos preguntaremos por qué no ejecutar más habiendo tanta necesidad. Usualmente la respuesta es la falta de recursos, la falta de financiamiento. Veamos. Al finalizar el primer trimestre se registró un déficit fiscal de USD 726M, es decir que los ingresos del presupuesto no alcanzaron para atender todos los gastos. Mención especial le queda a Impuestos, que superaron en USD 500M las cifras alcanzadas un año atrás, principalmente por el aumento de tres puntos en el IVA.
En el campo del financiamiento se recibieron USD 3.233M de los poco más de USD 10.000M que se deben recibir en el año. Plata hubo, pero se tuvo que usar para pagar amortizaciones por USD 2.700M en donde destacaron más de USD 1.100M adeudados al IESS de ejercicios anteriores, junto con otros acreedores en donde el IESS seguramente vuelve a levantar la mano cuando se pregunta quiénes son los que deben cobrar vencimientos de deuda interna.
La nueva deuda fue ‘reciclada’ entre los locales y será un foco de atención desde mañana. De dónde, a cuánto y cómo.