Fausto Ortiz: Poca mejora en costo financiero
Aporta poco a una campaña electoral afirmar que se harán esfuerzos por bajar el costo financiero de la abultada deuda pública
La segunda vuelta electoral que consolidó al actual presidente en funciones ocurrió el 15 de octubre de 2023, apenas un año atrás. El triunfo se selló con una diferencia de 3,66 puntos entre el ganador (51,83 %) y la perdedora (48,17 %). En términos electorales, esto significa que si el 1,9 % del electorado hubiera votado por el candidato perdedor, el resultado se habría invertido. La brecha fue corta y, de alguna forma, eso se reflejó en el riesgo país, que actuó como un termómetro del proceso electoral dado el temor que causa entre los tenedores de bonos el triunfo electoral de quienes pertenecen a una línea política que considera que, por ser tenedores de deuda, son responsables de todos los males que aquejan a la República.
A inicios de octubre de 2023 el riesgo país se ubicó por encima de los 1.800 puntos y, tan pronto se conocieron los resultados, bajó 100. Como país, no tuvimos un buen desempeño con la primera candidata para el Ministerio de Finanzas y algunas declaraciones oficiales del futuro presidente llevaron al indicador a superar los 2.000 puntos días antes de su posesión el 23 de noviembre. Recién en marzo, tras lograr la aprobación del aumento del IVA al 15 %, el indicador se ubicó por debajo de 1.200 puntos.
En la actualidad, el riesgo país supera los 1.300 puntos y la percepción es que se está haciendo muy poco por mejorar esta situación. El promedio de estos primeros diez meses es casi el mismo que el actual. En Argentina, el indicador de riesgo país ha bajado a casi un tercio, desde 2.600 puntos previo a Milei, hasta cerca de 900 puntos en similar periodo de tiempo.
Incluso si alcanzáramos el nivel actual de Argentina, el costo de conseguir fondos en los mercados de bonos de deuda externa impediría que algún ministro de Finanzas opte por esa alternativa, ya que tendría un costo cercano al 12 %. ¿Qué nivel de costo financiero podría ser tolerable para emitir bonos ecuatorianos? Algo así como 8 o 9 %, y para lograrlo, nuestro riesgo país tendría que estar por debajo de 500 puntos, algo que difícilmente veremos con los candidatos que hoy tienen mayores opciones.
Se podrán seguir realizando canjes de deuda, como el que se hizo en relación con el tema Galápagos, que permitió reducir el monto de la deuda y logró financiamiento en niveles tolerables.
El indicador de riesgo país afecta tanto la obtención de fondos para el gobierno, como el capital y financiamiento para el sector privado. Al demandar mayores rendimientos, puede dejar fuera buenos proyectos privados que, en otras circunstancias, tendrían viabilidad.
Aporta poco a una campaña electoral afirmar que se harán esfuerzos por bajar el costo financiero de la abultada deuda pública. Es mucho más atractivo decir que se priorizará lo social y quién sabe si luego se atenderá la deuda, a pesar de que deberían ser conscientes de que, mientras mantengamos un presupuesto estatal deficitario, serán necesarias las fuentes de financiamiento; y mucho mejores serán aquellas que provengan de fuera de nuestro circuito presupuestario, del cual forman parte la seguridad social y ahora los proveedores, o los clientes de estos proveedores que no cobran por sus servicios porque el Estado no les paga a quienes previamente los contrataron.