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Fausto Ortiz: Reelección. ¿Para qué?

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La seguridad social no va para ningún lado. Siempre la veo como a Bruce Willis en la película Sexto Sentido

La próxima elección presidencial es en febrero de 2025, los procesos formales de inscripción arrancarán por ahí luego de seis meses, y podríamos pensar que no hay mucho tiempo para hacer cambios importantes en la conducción económica. El reciente resultado de la elección de la semana pasada ratifica varias lecciones, una de las primeras es no hacer consultas si tu popularidad no supera el 60 %, otra es que no se logran aprobar cosas importantes si no se las apoya adecuadamente. Quedaron huérfanas las preguntas de trabajo por hora y arbitraje. Deberán esperar una nueva oportunidad algo más adelante.

¿Qué se puede hacer en seis meses para mejorar los temas económicos? Seguramente lo mismo que en los cuatro años de mandato. En estos seis meses se debería arrancar con la eliminación del subsidio a la gasolina extra y ecopaís. Un dólar más por galón no le vendría mal al presupuesto del Estado. Algo así como USD 1.200 millones (M), que bien podrían ser destinados a cubrir ese medio punto del PIB que la Constitución dice que hay que destinar a Salud y Educación de forma anual. Un par de dólares adicionales al diésel para todos, menos el transporte público y sector productivo de exportación intensivo en mano de obra, tampoco sería una mala idea. Serían otros USD 1.200M para atender programas sociales en el primer año de implementada la focalización del subsidio al diésel. Si un asesor político dice que no se haga porque habrá marchas y revueltas sociales, me pregunto entonces para qué se anotó en la contienda electoral. Problemas son los que hay que corregir y hay bastantes.

La seguridad social no va para ningún lado. Siempre la veo como a Bruce Willis en la película Sexto Sentido. Está muerta y nadie se lo ha dicho. Trata de ayudar a unos cuantos. Créditos por aquí, quirografarios por allá, sobreprecios más allá. Hoy la dirige un doctor. Hágale algunas pruebas básicas para ver su sostenibilidad para el largo plazo y seguro no pasa. Ya en 2019 me parece haber leído un borrador de Carta de Intención con el FMI y señalaba la necesidad de implementar las correcciones típicas de libro de texto para ese tipo de instituciones: suba la edad de jubilación, los aportes, los años de aporte para cálculo de pensión. Por esa época ese tipo de alternativas incendiaron Francia y Nicaragua. Acá prefirieron sacarlas de dichos compromisos. Ya no hay forma de patear más allá las soluciones. Veremos si vuelven a aparecer.

En alguna parte de la Carta de Intención con el FMI en 2003 decía: las políticas fiscales del gobierno están orientadas a resolver las presiones de liquidez inmediatas y regularizar los atrasos dejados por la administración anterior, priorizar el gasto y enfocar el subsidio de manera más equitativa porque da lugar al contrabando, la corrupción, y beneficia desproporcionadamente a los grupos de mayores ingresos de la sociedad.

Se puede tomar íntegra esa parte, está plenamente vigente. Si se hubiera hecho 21 años atrás por lo menos nos hubiéramos ahorrado USD 50.000M en subsidios, que, al no incrementar el déficit fiscal, no los tuviéramos dentro de los USD 80.000M de deuda pública actual.

¿Haremos algo de esto en los restantes seis meses? Si la respuesta es no, queda planteada la gran duda: ¿para qué quieren ir a la reelección?