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Fausto Ortiz | A los tiempos inflación

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No se debe entender que estamos frente a un proceso inflacionario, será una corrección de precios que venían represados

El aumento del IVA del 12 % al 15 % que se empezó a facturar desde el mes de abril nos vuelve la mirada a la variación de los precios que por mucho tiempo pasó desapercibida.

De los últimos nueve años, solo en dos la inflación anual superó el 3 %, en tres de ellos la inflación fue negativa y en otros cuatro fue menos del 2 %. Es decir, nos fue mejor que el dueño de la moneda que utilizamos en el país, que en los últimos tres años vio su inflación anual entre 5 % y 7 %.

En este 2024 era claro que la variación anual de nuestros precios iba a ser superior a la inflación del 2023 (1,35 %) y podría acercarse a la del 2022 (3,74 %), pero el último dato oficial de la inflación mensual de abril con relación a marzo de 2024 (1,27%) nos ubica un piso cercano a 3,5 % para el fin del 2024.

Desde septiembre de 2012 no habíamos tenido una inflación mensual superior al 1 %, ni siquiera con el anterior incremento temporal de IVA por el terremoto de 2016.

Muy a mano alzada, el techo de inflación que veo hasta finales del año es muy cercana al 4 % y no es solo empujada por el IVA, contiene una enorme presión por no haber podido mover precios desde hace varios meses, en algunos casos absorbiendo incrementos de precios de materias primas y otros costos.

No se debe entender que estamos frente a un proceso inflacionario, será simplemente una corrección de precios que venían represados y que con el IVA han podido encontrar la excusa para liberarse levemente a la espera de ver la reacción de los consumidores.

Siempre será necesario destacar que el comportamiento de la inflación puede cambiar si se toman otras medidas esperadas, como la eliminación o focalización del subsidio de combustibles.

La recomendación es acortar el período de variación de precios, es preferible un incremento de inflación en un solo año y que el siguiente desaparezca, en lugar de empujar a un proceso largo de incremento de precios.

El incremento de los salarios de los últimos años en algo permite soportar una inflación como la señalada.

La parte compleja le corresponde vivir a aquellos que se van incorporando a la población en capacidad de trabajar y no encuentran oportunidades laborales. En eso hay que enfocarse, ahí deberían encontrar causa común para la generación y mejor distribución de la escasa riqueza que genera una economía que no crecerá en este 2024.

La inflación molesta, no terminamos de entenderla, nos causa ruido.

Debemos poder distinguir el aumento de precio por un período de tiempo, de otro que es causado por un tema puntual y por una sola vez, como es el reciente incremento de IVA, en donde un producto que, con IVA incluido costaba $11,2 y al siguiente mes pasa a $11,5. Es cierto que sufre un aumento de precio de 2,7 % pero luego, al quedarse en los mismos $11,5, la variación de precios desaparece; es decir en este caso no estamos frente a un proceso de aumento sostenido de precios. En este caso el precio se elevó y luego regresa a las variaciones previas al incremento del IVA que se usó como ejemplo.

Que nos pega, por supuesto que golpea. Afecta el consumo y toca defenderse buscando con más calma ofertas y descuentos que con seguridad irán saliendo.