Tiempo y política

lo que en el pasado fue glorioso y tradicional, termina por volverse caduco y hasta inexistente’.
Algún partidario del tangible espacio afirmó, muy suelto de huesos, que “el tiempo es una ficción”, lo que de cierta manera viene a contradecir a aquellas desesperadas o apuradas personas que pudieran, en medio de relojes y calendarios, afirmar que “el tiempo se pasa volando”. Sobre todo aquellos a quienes se les puede aplicar la vieja expresión que señala que “el que espera desespera”. Y bueno, él tiempo no es tan ficticio que digamos y ello se puede comprobar con la evidencia de la vejez que modifica el tiempo pasado o pretérito. Y allí están para demostrarnos las que fueron bellas, esculturales, glamorosas y atractivas actrices cinematográficas, que en su juventud constituían todo un espectáculo físico y que ya con la vejez a cuestas, arrugadas, temblorosas y patojas desmienten toda esa hermosura que quedó en la memoria de sus épocas de esplendor. Y en cuanto a la política, siempre tan compleja y atractiva, ya que el ser humano es un “animal político”, como lo afirmó un filósofo griego, también sufre los embates a que nos tiene sometidos el dios Cronos. Y lo que en el pasado fue glorioso y tradicional termina por volverse caduco y hasta inexistente. Envejecen no solo los personajes de carne y hueso sino también las ideas, teorías y filosofías políticas que en algún momento se consideraron revolucionarias.
El CNE, aplicando rigurosamente los mandatos de la legislación comicial, acaba de suprimir a más de 10 agrupaciones políticas, entre las tantas que constan inscrita en tal organismo. Entre tales agrupaciones se encuentra nada menos que el Partido Socialista, que fuera fundado, tras el ejemplo de la Revolución Soviética pero sin llegar al comunismo, hace casi un siglo y al que pertenecieron grandes escritores de la patria con Benjamín Carrión, cuyo nombre preside la CCE<, el gran narrador costeño José de la Cuadra y Pablo Palacio, considerado una suerte de Kafka ecuatoriano. Esta desaparición inusitada se suma a lo que ocurrió con los partidos que en el pasado fueron los más tradicionales, como el conservador y el liberal, que en la actualidad ya no existen. Lo mismo puede decirse de otros partidos como el populista CFP, creado por Guevara Moreno y heredado por don Buca, y la falangista ARNE.