Premium

Fernando Insua Romero | Ahí dejo el cargo, me salió algo mejor

Avatar del Fernando Insua Romero

El mejor currículum político siempre será el de las misiones cumplidas, no las batallas a medias

La política es una montaña rusa cuyo ejercicio nos lleva a ser capaces de lo mejor y lo peor. Si no se cuidan los equilibrios, una sola decisión errada puede destruir un camino prometedor. El núcleo de la política debe ser el servicio, y el éxito no necesariamente radica en realizar hazañas extraordinarias, sino en ser fiel a los parámetros que cada político se ha impuesto para actuar. Como decía Bismarck, el arte de la política radica en lo posible. Parte de lo posible es cumplir los mandatos ciudadanos expresados en las urnas y no dejar estos mandatos por aventuras electorales que pueden truncar ese camino y el cumplimiento de la palabra dada.

Imaginen: durante meses recorriendo ciudades y provincias, defendiendo a un candidato, una causa; siendo activistas de temas sociales, hablando con cientos de personas y convenciéndolas de que voten por ti, porque tú serás quien las representará en el consejo de la ciudad, en la curul o en cualquier otro cargo de elección popular. Y luego, una vez en ese cargo, te enamoras tanto del poder que si te ofrecen algo mejor, abandonas el puesto y hasta el partido que usaste para llegar allí. Le dices a la gente: “Hasta aquí llego, porque me salió algo mejor”.

Eso ha ocurrido en los últimos meses: renuncias masivas a cargos de elección popular y puestos de poder, desde la concejalía de Guayaquil hasta la presidencia de la Asamblea. No pongo en duda la probidad de quienes lo hacen ni sus intenciones al aspirar a otro cargo. Pero los cargos deben ser respetados, más aún si hay una promesa electoral de por medio. No se puede dejar algo a medias con la excusa de que la labor ya está hecha. ¿Hecho qué? Si el cargo es de cuatro años y te vas al año, a los dos o a los tres, no está completa la tarea, así esta declaración venga con emotivo discurso de por medio, para luego pedirles en campaña a los ciudadanos que vuelvan a darle el voto para “hacer mejor las cosas” en el nuevo cargo a conquistar.

La responsabilidad es primero. El mejor currículum político siempre será el de las misiones cumplidas, no las batallas a medias.