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Fernando Insua: Capitalizando victorias

Avatar del Fernando Insua Romero

Tomando como base esta premisa, podríamos afirmar que ni el Gobierno ganó ni la oposición tampoco

A pocos días de haber ido a las urnas, los ciudadanos seguimos siendo testigos de un partido donde los dos bandos se proclaman ganadores. Para el presidente, que según sus propias palabras “le han enseñado bien a leer marcadores”, el resultado 9 a 2 es una “goleada”; y para la oposición es una “victoria” por la negativa ciudadana a aprobar las preguntas E y D, que buscaban el reconocimiento del arbitraje internacional y la implementación del contrato de trabajo a plazo fijo y por horas. Que ese 2, que el Gobierno aparentemente desprecia, es la “victoria” que la oposición necesitaba. Al fin y al cabo, el debate de la consulta, más que tratar sobre los asuntos puntales y necesarios para el país, se ha convertido en el manto imperial púrpura que supuestamente catapultará al poder a quien capitalice los resultados o los interprete de mejor manera. Por un lado, un presidente Noboa que desde el día uno se propuso reelegirse, y una oposición que hace y hará uso de todos los elementos a su alcance para llegar a Carondelet en las siguientes elecciones.

Pensamos, como es lógico, que para poder interpretar, lejos de cualquier jugada de ‘marketing’ político, los resultados de la consulta, habría que mirar primero al pueblo que votó, siendo, al menos en teoría, los votantes el pilar de nuestra democracia. Tomando como base esta premisa, podríamos afirmar que ni el Gobierno ganó ni la oposición tampoco; que tal vez la ciudadanía meditó más la consulta que sus propios ‘representantes’, que quedaron atrapados en proyectos personales y creyeron que la consulta hablaba de ellos y no de nosotros mismos y nuestras necesidades. Entender que los que votaron SÍ a las 9 preguntas no son ‘derechistas bukelistas’ o que los que votaron en contra de las otras dos no son ‘borregos ignorantes’; entender que los ciudadanos votarían por preguntas que los liberen del azote del terrorismo; y que las preguntas E y D, al ser de lo económico y laboral, serían pensadas de otra manera para no concederle un cheque en blanco en materia laboral y soberanía a un gobierno que tiene que cumplir todavía su oferta principal de la consulta, que es la seguridad.