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Fernando Insua: ‘Doppelgänger’

Avatar del Fernando Insua Romero

En realidad es simplemente el mismo presidente jugando en su contra, desafiando la lógica con sus propias palabras

Es asombrosa la habilidad del gobierno para autodestruirse en términos de comunicación y contradicción cuando surge un problema. Ante la crisis energética, el presidente se justifica en parte argumentando que los nuevos proyectos de energía requieren entre dos y tres años para su ejecución. No obstante, resulta irónico que él mismo, apenas un día después de asumir el cargo, mencionara la posibilidad de implementar otras fuentes de energía, como la eólica y la solar, para acompañar el aumento en el consumo eléctrico. Esto se debía a su optimismo: poder llenar el país de electrolineras en ese mismo período, impulsando la adopción de automóviles eléctricos que renovarían el parque automotor y el sistema energético. Ya saben, “efecto Lasso’’.

No podemos culpar al presidente por el estiaje , pero sí cuestionar su enfoque reactivo en lugar de preventivo. Las advertencias sobre la crisis energética se dieron desde febrero, cuando el operador nacional de electricidad Cenace pronosticó un estiaje más severo que en años anteriores. A veces el deseo de lucirse como “héroe bombero” prevalece sobre la acción prudente de prevenir incendios. Lo prudente habría sido abordar el problema antes de que se dieran los apagones, no después de que se convirtieran en crisis energética. Agradecemos a Perú y Colombia por la ayuda brindada ante el pedido a destiempo de nuestro gobierno.

También debemos responsabilizar al presidente por su tardía reacción comunicacional y su tendencia a culpar a administraciones anteriores. En sus declaraciones, menciona a sus predecesores, como si fuera una especie de mantra para culpabilizar de todos sus males. A veces es difícil discernir qué presidente está hablando. Un día es el líder abrumado por los problemas heredados de gobiernos anteriores y al siguiente, sugiere que los apagones son resultado del aumento en el consumo por a la “reactivación económica” de su gobierno. Tal vez no es que el presidente tenga un ‘doppelgänger’ o clon malvado, como en un mito germánico, que cause estas contradicciones. En realidad es simplemente el mismo presidente jugando en su contra, desafiando la lógica con sus propias palabras.