Fernando Insua: Narcocultura
No podemos hacer la vista gorda en este tema y esperar que la paz se reinstaure en el país
El cantante Peso Pluma generó un debate en Chile por su participación en el Festival de Viña del Mar. Debate necesario dado el contexto actual en la región y es que a pesar de que se intenta dar un carácter de lucha social y romantizar la narcocultura para justificar lo injustificable, es difícil ignorar el impacto que la cultura narco ha generado en nuestras corroídas sociedades. Así que, por más que algunos famosos hagan oraciones y agradezcan en público las “bendiciones materiales” que intentan vestir de ‘éxito’ al dinero sucio, no dejan de estar manchadas de sangre.
Condenamos los crímenes y el terrorismo, pero nuestra sociedad, en cambio, parece amar los dólares provenientes de ese turbio mundo. Años de mal contenido audiovisual entre novelas, películas, shows, chismes de famosos, redes sociales y más, han moldeado a toda una generación para seguir el camino más corto y turbio hacia un supuesto éxito social. El narcotráfico o el testaferrismo son una de esas maneras, y este dinero fácil puede obtenerse impunemente.
En una sociedad donde se maltrató a los maestros, médicos y donde las glorias científicas, académicas e incluso deportivas de nuestros hombres y mujeres fueron relegadas a un segundo plano porque primero estaba el aplauso para las encarnaciones del materialismo, era lógico pensar que aquellos que se hicieran de recursos serían considerados héroes o alcanzarían la cima social. Por lo general, se accede a esta cima pagando, sin importar el origen de los recursos, siendo ese dinero aceptado de buena gana por algunos sectores de nuestra sociedad.
No podemos hacer la vista gorda en este tema y esperar que la paz se reinstaure en el país. No debemos permitir que se haga apología de quienes terminaron por destruir nuestros barrios y nuestra paz, incluidos los ladrones de cuello blanco. Si se habla de guerra contra el narcoterrorismo, no solo debemos detener (y espero que se les dé herramientas de reinserción social) a los desfavorecidos de la sociedad, quienes en muchos casos no tuvieron otra opción en la vida, sino ir en esta guerra contra el terrorismo por los de cuello blanco que apoyaron e incentivaron el crimen y aceleraron este estado de cosas.