Fernando Insua: El pacto es un hecho

El correísmo se anota seis comisiones sin traicionar sus principios ni mentir sobre su aspiración política real
El pacto es un hecho, para sorpresa de pocos. ADN, el movimiento del presidente electo Daniel Noboa, el PSC y la Revolución Ciudadana, junto a otros movimientos que no dejarían pasar la oportunidad de existir en la política nacional, como Suma, se han montado en esta aplanadora legislativa que busca garantizarle al nuevo gobierno una ‘paz negociada’. Han mostrado al país que es un hecho el acuerdo legislativo para definir las autoridades de la Asamblea y repartir las comisiones. Henry Kronfle, con abrumadora mayoría de votos (128 de 137), ha cumplido su sueño de ser presidente de la Asamblea. El correísmo se anota seis comisiones sin traicionar sus principios ni mentir sobre su aspiración política real. Es destacable que logran las comisiones de Fiscalización y Justicia con votos de los que hasta ayer lloraban a Villavicencio. Los socialcristianos, dando una lección asombrosa de realpolitik, nos demuestran que a pesar de no poner presidente de la República, perder su principal bastión electoral en las últimas elecciones seccionales y sufrir una bochornosa deserción de algunos de sus no tan leales asambleístas en el último periodo legislativo, siguen presentes con cuatro comisiones. Saben cómo ejercer el verdadero poder, el político. Quieran reconocerlo o no, RC y PSC saben mover los hilos y tienen estructura y experiencia. Saben que el poder no radica solo en la banda presidencial. Una banda presidencial sin estructura, horizonte ni cuadros no es más que un capricho. Si no, pregúntenle a Lasso, que logró su sueño de ser presidente pero estuvo lejos de gobernar.
El nuevo gobierno espera que estas bancadas puedan ayudar a pasar sus primeras iniciativas económicas urgentes. Porque es un hecho que Noboa no podrá construir todas las obras que prometió y la única manera de demostrar que hizo un gobierno mejor que su predecesor (cosa no tan difícil) es lograr que se aprueben sus reformas y que el pueblo respalde la inminente consulta popular. Bien por la gobernabilidad del país, espero que esta oportunidad de gobernar con aliados no sea desperdiciada. Pero es una lástima por aquellos que subieron al poder con un discurso y se traicionaron a sí mismos y a su electorado.