4 de Julio
Nos quieren decir que en Estados Unidos no hay democracia para vendernos la idea de que Cuba, China, Rusia, Corea del Norte e Irán sí lo son
Unas asambleístas empoderadas en nuestra tierra, pero sumisas y obedientes al régimen de terror iraní una vez que están de visita en aquel Estado sometido por los ayatolas, y que, según su legislación en el artículo 104 del código penal, una mujer puede ser lapidada por la sospecha de adulterio. Creo que nadie defendería en su sano juicio una pena tan brutal, tan agónica y destructiva como la lapidación. Pero allí estaban y allí están muchos defendiendo a Irán solo porque está en contra de los Estados Unidos. Muchos desean que China sea una superpotencia y no los americanos. Que si la lucha de los pueblos, todo sirve para justificar y defender lo indefendible, como apoyar a un régimen dictatorial como el de Putin solo porque sus medios se han dedicado a intentar lavar su imagen en América Latina. Los mismos medios que en diciembre de 2021 juraban que la invasión a Ucrania era una noticia falsa y que Rusia no lo haría, y que es una “malévola invención de Occidente”. Pero la invasión se dio y aún sigue con miles de muertes de por medio. Gente que se burla, aplaude e inventa teorías sobre el 11 de septiembre de 2001 solo para desviar la culpa de los terroristas y culpar a Estados Unidos de su mayor tragedia desde Pearl Harbor. Nos quieren decir que en Estados Unidos no hay democracia para vendernos la idea de que Cuba, China, Rusia, Corea del Norte e Irán sí lo son, algo que atenta contra los hechos y toda lógica. No digo que la historia estadounidense esté exenta de excesos, pero aún así, Estados Unidos, con errores y muchas, pero muchas virtudes, es el destino preferido de quienes intentan vivir una mejor vida y tener un lugar donde realizarse en libertad. Porque, según los hechos, no veo mujeres, salvo nuestras asambleístas, defendiendo a Irán como paraíso de la igualdad, ni gente pudiendo protestar y ejercer su libertad de expresión en Cuba, Rusia, China, Venezuela o Nicaragua. Un sector de nuestra sociedad tira piedras a Occidente sin darse cuenta de que si vivieran en China, Rusia o Irán no podrían alzar la voz de protesta, porque bajo esos regímenes no vivirían mucho si lo hacen.