La caída al abismo del PSC

Ni siquiera pueden usar su bandera de mortaja porque la cruz de Lorena que enarbolaba, símbolo de su ideología, hace tiempo que la retiraron.
La caída libre del PSC es digna de estudio y análisis de cómo no se debe hacer política y de cómo destruir a un partido sólido en pocos pero mortíferos pasos. ¿Cómo se puede pasar del “Guayaquil vive por ti” a “Vivo a costa tuya, Guayaquil”? ¿Cómo se puede pasar de tener presidentes de la República de la talla de León Febres-Cordero y Camilo Ponce Enríquez a tener un jefe de bancada que en medio de un posible juicio político a un presidente se dedique a hacer encuestas sobre si se lo ve bien con barba o a opinar si Villavicencio tiene dientes o es chimuelo, y viva constantemente bajo el temor de que sus asambleístas no se cambien de bando?
Sin un plan a futuro, no se sabe qué ideología profesa, y su único objetivo, al parecer, es permanecer vigente dentro del Estado de partidos a como dé lugar. Un partido que dejó ir a sus mejores cuadros; incluso uno de ellos se ha vuelto pilar del régimen de Lasso, como el caso del ministro Cucalón, que con su innegable talento de hombre de Estado viste de alta política a un régimen huérfano de ella; o Pedro Pablo Duart, que con su tercer puesto en las elecciones seccionales de Guayaquil demostró que es una figura política a tener en cuenta en el presente y futuro.
¿Qué hubiera sido del PSC si hubiera equilibrado a las figuras que hacían carrera dentro de su movimiento? ¿Qué hubiera sido del PSC si seguía lo que León Febres-Cordero aconsejó en su momento: no creer en las encuestas y poner figuras según los números, y mejor apostar a promover ideas, proyectos y personalidades arrolladoras?
Las izquierdas y otras posturas tenían en el PSC a un enemigo a ser tomado en cuenta para combatir y debatir; admirado y odiado. Ahora, el PSC no es más que un comodín sujeto a personalismos y que se entrega a la idea que más le convenga.
Ni siquiera pueden usar su bandera de mortaja porque la cruz de Lorena que enarbolaba, símbolo de su ideología, hace tiempo que la retiraron de su pabellón.