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Porque con dirección sabia harás la guerra

Avatar del Fernando Insua Romero

No se puede pelear ninguna lucha sin información y sin los medios adecuados.

Ante la brutal ola de criminalidad que vive el país, provocada por la infiltración del narcoterrorismo y la delincuencia organizada en todos los estamentos de la nación, el Gobierno planteó a lo largo de 2022 una serie de acercamientos con Estados Unidos y principalmente con Israel. Este último país cuenta con una larga experiencia en materia de inteligencia y seguridad, concretándose estos acercamientos a fines del año pasado con la visita a la ciudad de Quito de agentes especializados israelíes que se reunieron con representantes de la Policía y las Fuerzas Armadas para concretar la adquisición de equipos que se darán a lo largo de 2023 y que permitirán enfrentar de forma más contundente al crimen organizado, además de asesorar en el desarrollo de un sistema de inteligencia eficaz.

Ahora no es cuestión de ideologías, Estados Unidos e Israel ven en el desarrollo de sus sistemas de inteligencia y de sus aparatos de seguridad un pilar fundamental para la existencia de sus respectivos sistemas democráticos y de su existencia como Estados. Ecuador debe pensar igual. No se puede hablar de sostener la democracia y la paz sin estar preparados para defenderla, y la única manera es estando un paso adelante de los grupos que pretenden secuestrar nuestra libertad de vivir en calma.

La tarea es larga y difícil, porque la lucha es en dos frentes: uno contra las mafias en las calles y otro que controle desde adentro a los elementos infiltrados que sirven al crimen y no a la ley.

La dirección es clara y basta como referencia el antiguo lema del Mossad o servicio de inteligencia de Israel. Proviene de un pasaje del Libro de los Proverbios, que en hebreo dice: “BeTajbulot taasé lejá miljamá”, y en español: “Porque con dirección sabia harás la guerra”.

No se puede pelear ninguna lucha sin información y sin los medios adecuados. Nuestros jóvenes, los que sí tienen un legítimo deseo de servir y proteger, no deben ser carne de cañón al enfrentarse sin medios ante un enemigo que los desborda.