Olvido
Memoria y olvido es como escoger entre la vida y la muerte. ¿Ustedes qué eligen?
El olvido es, ‘grosso modo’, la mejor estrategia política actual para solucionar cualquier crisis. Si existe un escándalo ya ni siquiera veremos declaraciones escuetas, ¿para qué? Basta con callar, ya el pueblo se olvidará. Vendrá otro escándalo, la gente apuntará hacia otra dirección y por arte de magia se borrará de la memoria colectiva algún robo, abuso de poder o perjuicio social.
Dicen los chinos que la tinta con el color más pobre vale más que la mejor memoria. Y no es un consejo para despreciar dado que viene de un pueblo con una dilatada, fantástica y traumática historia. No importa la manera, cualquier método es válido para dejar registrado un hecho, una investigación, una denuncia, una masacre, para así salvar todo aquello del inevitable olvido.
No son buenos tiempos para recordar. La inmediatez de la información y la gran sucesión de datos y eventos que pasan cada día frente a nuestros ojos en esta modernidad multiestimulante hacen que la memoria sea un paraíso del cual tarde o temprano vamos a salir expulsados. Sé que puede ser tedioso el ejercicio de recordar, sobre todo en cuanto a lo que a política se refiere. Puede ser traumático, ya que es un hecho que donde tocas la memoria, duele. Y duele profundo en el alma y el orgullo nacional, pero recordar es necesario para evitar cometer los mismos errores, elegir las mismas caras reencauchadas que visten como nuevas a las viejas estructuras de poder o perpetuar ideas fracasadas, pintando por encima el óxido que las carcome por dentro.
Pero la misma modernidad nos da los medios para investigar, buscar y recordar antes de elegir. No debemos creer que los grandes escándalos son cosas tan de nosotros que nos terminamos acostumbrando y, por ende, las borramos de nuestra mente. El olvido es la estrategia de los que abusan de nuestra sociedad y ejercitar la memoria social es un arma válida para renovarnos, sanar las heridas y así corregir los grandes problemas que aquejan a nuestro país.
Memoria y olvido es como escoger entre la vida y la muerte. ¿Ustedes qué eligen?
