S.O.S. Puná

Es necesario que el gobierno asuma su responsabilidad y brinde la ayuda necesaria a la isla y sus habitantes
La isla Puná, ubicada en el Golfo de Guayaquil, ha enfrentado una serie de desafíos que han agravado su difícil situación. Además de la falta de recursos y la pobreza extrema que han afectado a sus habitantes durante mucho tiempo, la isla sufrió el sismo del pasado 18 de marzo, seguido por una fuerte marejada y un temporal que afectaron aún más a la población y sus esperanzas.
La falta de acceso a servicios básicos, la carencia de infraestructura y la delincuencia de los “piratas del golfo” con sus temidos “vacunadores’’, han convertido la vida en Puná en una lucha diaria por sobrevivir a merced de los desastres naturales, sin poder contar con el derecho básico de vivir en seguridad. Es un derecho que el habitante promedio difícilmente podrá acceder, aun después de la legalización del porte de armas. Las armas, a menos que seas guardia de seguridad o miembro de una banda, sólo serán accesibles para quienes puedan pagarlas. Sin la presencia del estado, el sector productivo y la población de la isla están desamparados.
Ante el abandono del gobierno central, no todo está perdido. Como decía Eduardo Galeano, “la solidaridad es la ternura de los pueblos”. Esa “ternura’’, basada en la idea de justicia social que edifica sociedades más que la idea de “caridad’’, se ha visto reflejada en el apoyo a los habitantes de Puná por parte del gobierno local y, sobre todo, de organizaciones civiles y educativas como el Humboldt Zentrum, la Universidad de las Artes, IC NUESTRA AMÉRICA y grupos activos comunitarios como S.O.S Puna’ y Cacique Tumbalá, por nombrar solo algunas de las instituciones y organizaciones afincadas en nuestra región que ejercen un gran apoyo y ejemplo para levantar aquella comunidad.
Es necesario que el gobierno asuma su responsabilidad y brinde la ayuda necesaria a la isla y sus habitantes. Además, se debe denunciar la situación de abandono que enfrenta. La solidaridad ciudadana puede hacer una gran diferencia, pero también es importante sumar nuestras voces con Puná para que el estado les brinde ayuda sin importar el número de votos que puedan ofrecer, dado que son pocos en número pero grandes en espíritu .