Florencio Compte: De los 100 minutos a las 130 semanas

103 semanas después de la posesión presidencial, el 17 de mayo de 2023, el presidente Lasso comunicaba al país su derrota...
El 6 de junio de 2020, en plena campaña electoral, el entonces candidato Guillermo Lasso declaraba a través de sus redes sociales: “Con mi equipo estamos preparando un proyecto para que en los primeros 100 minutos de gobierno podamos arreglar el desastre que hoy atravesamos. ¡El Ecuador YA NO aguanta más!”
El 24 de mayo de 2021, durante su discurso de posesión ante el país, decía: “Una de mis marcas desde joven ha sido mi negativa total a dejarme dominar por la circunstancia, o por lo que supuestamente debía ser mi vida. Y esa misma convicción me ha traído hasta aquí, porque la actividad política también debe ser una manera de rebelarse ante el destino, especialmente el que algunos oscuros intereses nos quieren imponer. Que la política sea el instrumento colectivo para dominar la adversidad. Que juntos cambiemos este presente para convertirlo en el destino que nosotros queramos, construyendo ese nuevo tiempo histórico en que el pueblo ecuatoriano será, por fin, el protagonista libre de su propia historia”. En el discurso, curiosamente, no hacía una sola alusión a los 100 primeros minutos en los que, según él, todo cambiaría.
100 minutos después de asumir el despacho presidencial, el 25 de mayo de 2021: todo seguía igual.
103 semanas después de la posesión presidencial, el 17 de mayo de 2023, el presidente Lasso comunicaba al país su derrota: “He firmado el Decreto Ejecutivo 741, con el objetivo de disolver la Asamblea Nacional y solicitar al CNE se convoque a elecciones. Ecuatorianas y ecuatorianos: esta es la mejor decisión para darle una salida constitucional a la crisis política y conmoción interna que soporta el Ecuador y devolver al pueblo ecuatoriano el poder de decidir su futuro en las próximas elecciones”.
Nada o casi nada de lo ofrecido en la campaña fue cumplido. Al término de su período habrán pasado 130 semanas en las que deja un país sumido en la desesperanza ante su inacción e incapacidad para conducirlo. El juicio de la historia es implacable y los ecuatorianos ya hemos juzgado al presidente Lasso, y nos bastó menos de 100 minutos para hacerlo.