Premium

Florencio Compte | En abril lo sabremos

Avatar del Florencio Compte

Sumar votos no será nada fácil, ni para Daniel Noboa ni para Luisa González

Muchos recordarán cómo en la noche del domingo 19 de mayo de 1996, luego de la primera vuelta electoral en la que quedaron finalistas Jaime Nebot (con el 27,17 % de los votos) y Abdalá Bucaram (con el 26,28 % de los votos), en una desafortunada declaración el expresidente León Febres-Cordero atribuía los votos roldosistas al “lumpen, prostitutas, marihuaneros y ladrones que votaron por Bucaram”. Para muchos, esas declaraciones habrían influido para que en la segunda vuelta Bucaram se impusiera sobre Nebot con el 54,3 % de los votos sobre el 45,53 %. Lo que pasó después de esa elección ya es historia.

La actual elección ha confirmado lo que ya muchos analistas anticipaban: tanto la votación de Luisa González como la de Daniel Noboa suma a sus electores fieles el voto de los descontentos y temerosos del otro. Al final no hay un triunfador claro.

El descalificar a los votantes contrarios llamándolos vagos, delincuentes, oportunistas, sicarios, narcotraficantes, mellocos o cartones no hace más que cerrar las puertas de quienes tocará ir a pedir los votos. Ya el pasado demostró que ese tipo de errores pasan factura. Como decía Marco Tulio Cicerón: “la historia es maestra de la vida”, o debería serlo.

Sumar votos no será nada fácil, ni para Daniel Noboa ni para Luisa González. Tendrán ambos que hacer una profunda reflexión sobre el rechazo que pudieran haber generado, que originó que su contrario sumara votos. Noboa deberá demostrar, con hechos, que sí tiene un plan contra la delincuencia y para el futuro del país y que tiene un equipo capaz de llevarlo adelante. Por su parte, Luisa deberá buscar apoyos en aquellos que sectores en los que su líder máximo denostó en el pasado, lo que implica desligarse del discurso confrontativo y buscar consensos y acuerdos.

La importante votación alcanzada por Leonidas Iza (más del 5 % de los votos) es clave para que cualquiera de los dos finalistas pueda alcanzar el poder. ¿Serán capaces de asumir sus propios errores y hacer los correctivos que haga falta de aquí a la segunda vuelta? En abril lo sabremos.