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La calle Panamá (II)

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...la revitalización del centro de la ciudad se debe sustentar en la visibilización y puesta en valor de esas capas de historia y del patrimonio existente, que tengan como objetivo principal la recuperación del sector...’.

El Diccionario de la Real Academia Española define a un palimpsesto como un “manuscrito antiguo que conserva huellas de una escritura anterior borrada artificialmente”. De igual manera, al igual que en un palimpsesto, en la morfología urbana de Guayaquil se superponen diversas capas de historia que pueden ser leídas, como en la calle Panamá. Su ubicación, paralela al río, y su antiguo uso como conector entre la Ciudad Vieja y la Ciudad Nueva la convierten en un referente histórico en el que su intervención, como plan piloto, permite entender cómo reproducirse en otros sectores similares del centro.

A lo largo de esta calle, como en las aledañas, hay un importante patrimonio arquitectónico que corresponde tanto al academicismo como a los inicios de la arquitectura moderna. La edificación patrimonial más importante es la casa Guzmán Marcos y el Garaje Guayas donde hoy funciona el Museo del Cacao, además que en el sector hay una importante infraestructura cultural conformado por museos, biblioteca, teatros y áreas de exposición, tanto existentes como en ejecución.

La propuesta de intervención de la calle Panamá sostiene que la revitalización del centro de la ciudad se debe sustentar en la visibilización y puesta en valor de esas capas de historia y del patrimonio existente, que tengan como objetivo principal la recuperación del sector como lugar residencial, además de que debe estar articulado en un plan integral que lo vuelva sostenible y atractivo para la inversión pública y privada.

La propuesta de intervención se fundamentó en cinco objetivos principales: la articulación de los proyectos y de las actividades culturales del sector por medio de la creación de recorridos caminables; la recuperación del sentido barrial del sector como producto de la mejora de la calle como espacio público; la lectura de la traza urbana y el reconocimiento de sus orígenes históricos; la puesta en valor de los conjuntos monumentales y los edificios de valor histórico y patrimonial; y, la recuperación de la calle como espacio público para el uso del peatón.