Florencio Compte Guerrero: Las Casas Colectivas

El principal valor de este conjunto es ser pionero en el concepto de habitar en altura
En 1938, Héctor Martínez Torres obtuvo los títulos de arquitecto e ingeniero civil, primer arquitecto y segundo ingeniero en la ciudad. En 1944 fue elegido decano de la Facultad de Ciencias Matemáticas y Físicas y concejal de Guayaquil. Ese mismo año viajó becado a Londres, donde realizó estudios en la especialización de Urbanismo y Planificación Urbana.
A su regreso a la ciudad en 1945, introdujo en Guayaquil el concepto de vivienda social con el proyecto de las Casas Colectivas de la Caja del Seguro (hoy IESS), que concluyó su construcción cinco años más tarde. Este proyecto fue claramente influenciado por propuestas similares desarrolladas en Austria, Francia y Alemania, como un intento de responder con una arquitectura colectiva de alquiler a las viviendas especulativas de promoción privada.
El proyecto unía, por primera vez, dos variables: la tipología de bloque en torno a diversos patios y los departamentos en propiedad o alquiler con la incorporación de espacios y servicios de uso e interés colectivo -como los patios- que benefician en última instancia a la vida doméstica.
El conjunto se desarrolla en dos bloques paralelos de cuatro plantas, con patios interiores colectivos accesibles desde la calle. Los bloques ocupan el 63,3 % del área total del terreno y cada uno alojaba 197 departamentos organizados en torno a los patios interiores. Existen siete tipos diferentes de departamentos de uno y dos dormitorios, que oscilan entre los 44 y 16,5 m2.
El principal valor de este conjunto es ser pionero en el concepto de habitar en altura y establecer en términos legales la propiedad horizontal antes de que se aprobara incluso la ley. Sin embargo, esta propuesta se ha convertido, en el tiempo, en un proyecto bien sustentado pero muy mal gestionado, lo que ha llevado a su fracaso.
A lo largo de los años el IESS dejó de cobrar alquiler y de dar mantenimiento al conjunto, mientras se desconoce cuántas familias están residiendo ahí en la actualidad. Hoy, según la Policía, algunos de sus departamentos se han convertido en centro de almacenamiento de armas y drogas.