Florencio Compte: Morir dignamente
Los abogados de Paola plantean la “inconstitucionalidad controlada” para que ella pueda ser asistida en la muerte sin que se penalice a los médicos
Decía García Márquez: “La vida no es sino una continua sucesión de oportunidades para sobrevivir”, pero ¿qué sucede cuando se agotan las oportunidades o cuando la decisión no está en morir o vivir sino entre morir o morir?
En el 2004 se estrenó la película Mar adentro, que relata la historia real de Ramón Sampedro, quien a los 25 años sufrió una lesión que lo dejó tetrapléjico. Este accidente que cambió la vida de Ramón lo decidió a ser asistido para poder alcanzar una deseada muerte digna. La película tuvo impacto en el debate sobre la eutanasia y el suicidio asistido en la sociedad española, que culminó en el año 2021 cuando en España se la despenalizó y se creó un sistema de control previo a su aplicación por parte de una Comisión de Garantías y Evaluación.
El debate sobre este tema recién se ha iniciado en nuestro país ante la demanda de Paola Roldán, quien sufre de esclerosis lateral amiotrófica, contra el artículo del Código Penal que condena al homicidio con prisión de 10 a 13 años, puesta ante la Corte Constitucional. Los abogados de Paola plantean la “inconstitucionalidad controlada” para que ella pueda ser asistida en la muerte sin que se penalice a los médicos que lo hagan.
El tema se abre a un debate desde lo ético y lo jurídico. Desde la ética y el principio de dignidad humana para reconocer la autonomía y voluntad de un paciente para decidir sobre su tratamiento y que este sea administrado con el fin de obtener un beneficio.
La Corte Constitucional de Colombia determinó que “en una sociedad fundada en el pluralismo y la dignidad humana, el principio de permiso o de autonomía tiene una prevalencia ‘prima facie’ sobre los otros principios concurrentes”. Lo que implica, desde lo jurídico, que ante el hecho de que una persona esté sufriendo un proceso doloroso, irreversible y degradante, sea el Estado quien le garantice alcanzar una muerte digna, así como debe ser un garante de que todos tengamos una vida digna.
Cierro con una frase de Jorge Luis Borges: “Dilatar la vida de los hombres es dilatar su agonía y multiplicar el número de sus muertes”.