Florencio Compte | La primera piedra del Palacio Municipal
...se consideró que debía construirse un nuevo edificio municipal con materiales resistentes al fuego
A inicios de 1920, en pleno auge del segundo boom cacaotero, se consideró que debía construirse un nuevo edificio municipal con materiales resistentes al fuego, por lo que se convocó un concurso para una nueva edificación que debía realizarse con estructura de hormigón armado y paredes de mampostería. En las bases de la convocatoria se lo definía como Palacio del Comercio, ya que se consideraba que debía albergar tanto actividades municipales como comerciales en una galería interior.
La Compañía Italiana de Construcciones presentó en octubre de 1923 el proyecto ganador desarrollado por el arquitecto Francesco Maccaferri, con planos suscritos por el ingeniero Giovanni Lignarolo, representante de la compañía. En el proyecto de Maccaferri se evidencia la influencia de los arquitectos Piero Portaluppi y Aldo Andreani, bajo los principios de conservar la tradición lombarda como una vía propia hacia la modernidad arquitectónica, ya que consideraban al clasicismo como representante de la verdadera arquitectura europea
El 31 de julio de 1924, hace 100 años, se colocó la primera piedra de la edificación y se inició la construcción bajo la dirección técnica de Lignarolo y Ruffilli, quienes encargaron la dirección arquitectónica y asistencia artística al propio Maccaferri, y la dirección de los trabajos ornamentales a Paolo Russo. Además, las esculturas y los elementos arquitectónicos clásicos fueron desarrollados en el taller de Emilio Soro.
A finales de 1927 se estaba culminando el proceso de construcción con la instalación de la estructura de galería central acristalada y la cúpula de metal y vidrio, que fueron importadas desde Milán, donde habían sido construidas por la empresa S. A. Aiolfi C e C. Construzione in ferro. En octubre de 1928 se terminó la obra, que fue inaugurada al año siguiente, el 27 de febrero de 1929, fecha en que se celebró el primer centenario de la Batalla del Portete de Tarqui, a la par de la agudización de la crisis económica que se había iniciado a comienzos de la década de 1920 y que se extendió hasta casi finales de la década de 1940.