La democracia en agonía
Ahora lo que existe es la tiranía de Facebook, Twitter y el resto de redes sociales.
Hace pocos días el actor y comediante británico Sacha Baron Cohen en un discurso en Nueva York en la cumbre de la Liga Antidifamación denunciaba públicamente a Facebook como un bastión de la “libre expresión”. Decía el actor, nacido en una familia judía: “Si pagas, Facebook publicará cualquier anuncio ‘político’ que quieras, incluso si es una mentira. E incluso te ayudarán a dirigir esas mentiras a los usuarios para obtener el máximo efecto.
Bajo esa lógica retorcida, si Facebook hubiese existido en la década de 1930, habría permitido a Hitler publicar anuncios de treinta segundos sobre su “solución” al “problema judío”. En la misma línea arremetió contra Twitter, Google y YouTube, llamando a un replanteamiento fundamental de las redes sociales a fin de que dejen de ser una plataforma “libre” para fanáticos y pedófilos.
El filósofo judío Zygmunt Bauman se mostraba escéptico ante este “activismo del sofá” que crea la ilusión de formar comunidades a través de la trampa de las redes sociales. Decía Bauman: “Las redes sociales no enseñan a dialogar… Mucha gente usa las redes sociales no para unir, no para ampliar sus horizontes, sino al contrario, para encerrarse en lo que llamo zonas de confort, donde el único sonido que oyen es el eco de su voz, donde lo único que ven son los reflejos de su propia cara”.
Una sociedad líquida que se expresa en una democracia líquida. Donde no se confía en los líderes: o son corruptos o son incapaces. Donde cada vez se cree menos en los sistemas democráticos y en sus instituciones. Donde los políticos desconcertados no saben cómo actuar al no tener interlocutores claros, sino solamente una masa dispersa que se autoconvoca y expresa a través de las redes sociales. Todo está en la calle y en la nube.
La democracia tal como la conocíamos, la que se agotaba en el voto cada cuatro años está agonizando. Ahora lo que existe es la tiranía de Facebook, Twitter y el resto de redes sociales. O se busca la manera de usarlas a nuestro favor como comunidad o terminarán siendo la única comunidad que conozcamos.