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Guayaquil sin árboles

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Cada año se gradúan un poco más de 40.000 bachilleres, que cada uno siembre al menos un árbol como requisito de graduación contribuiría a solucionar

Las noticias sobre el arbolado urbano que han circulado en estos últimos días no son nada alentadoras. La plaga de cochinilla se ha expandido y está destruyendo miles de árboles de la ciudad, principalmente en el norte, algo que ya se había denunciado tiempo atrás y que, sin embargo, poco se hizo para controlarla. Ahora el daño en muchos casos es irreversible, ya que cientos de árboles deberán ser talados por estar necrosados.

La segunda noticia desalentadora fue el talado de un enorme árbol a la entrada de Terra Nostra -este totalmente sano- por parte de la constructora de la urbanización, para levantar una subestación eléctrica y que, según acuerdo con la autoridad municipal anterior, a cambio, y en compensación, habrían entregado noventa pequeños árboles que demorarán al menos treinta años para alcanzar la altura del árbol destruido.

La Organización Mundial de la Salud ha establecido que en las ciudades se necesita, al menos, un árbol por cada tres habitantes para respirar un mejor aire y garantizar la salud; también indica que cada año se pierden mundialmente 15.000 millones de árboles. Si para el año 2023 la población estimada de Guayaquil será de alrededor de 2´800.000 habitantes significaría que necesitamos cerca de un millón de árboles para cumplir lo mínimo de la normativa y asegurar mejor calidad de vida y salud para los habitantes. ¿Cuántos árboles tenemos? Alrededor de la décima parte de esa cifra.

Se anuncia que pronto la Municipalidad de Guayaquil presentará un plan integral de arbolado urbano, el cual deberá ser compartido y asumido por todos los ciudadanos. Hay medidas que pueden ser desarrolladas, entre ellas, como ejemplo, si cada año se gradúan un poco más de 40.000 bachilleres en nuestra ciudad, con que cada uno siembre al menos un árbol como requisito de graduación contribuiría a solucionar este problema.

Hay un proverbio chino que dice que “el mejor tiempo para plantar un árbol era hace veinte años. El segundo mejor tiempo para plantarlo es hoy”. Aún estamos a tiempo para solucionar este problema.