Transformarse para regenerarse

...es necesario la voluntad política de quienes lideran el destino de la ciudad y la participación ciudadana para acordar regresar al origen con barrios accesibles y con fuertes relaciones vecinales’.
La última Cumbre Global de Alcaldes de C40 que se realizó recientemente en Buenos Aires definió la necesidad de diseñar ciudades más próximas que pongan a las personas como eje de la planificación. El principal impulsor de este modelo “ciudades de los quince minutos” es el urbanista colombiano Carlos Moreno Gómez, catedrático de la Universidad de la Sorbona y asesor de Anne Hidalgo, alcaldesa de París.
El modelo propone cinco elementos claves para las ciudades: primero, que las personas vivan en condiciones dignas; segundo, que puedan acceder a sus trabajos sin tener que hacer grandes desplazamientos; tercero, que puedan efectuar sus compras en circuitos cercanos; cuarto, que haya servicios de salud, educación y cultura próximos a sus lugares de residencia; y quinto, que los espacios públicos sean abiertos. ¿Qué se conseguiría si se implementara este modelo? Según Moreno hay, al menos, tres ventajas: que las personas puedan resolver sus necesidades sin recorrer grandes distancias, que tengan menos estrés al no tener que invertir tiempo para sus desplazamientos y que al potenciar el sentido de comunidad y de conexión humana se mejore la calidad de vida. Como indica Carlos Moreno: “La calidad de vida es tener nuestras necesidades sociales satisfechas con el mínimo consumo de recursos naturales y la máxima capacidad de generación de economía y empleo, y con una ciudad mucho más vivible, porque finalmente, como vecinos encontramos la humanidad que hemos perdido”.
Para llegar a ello es necesaria la voluntad política de quienes lideran el destino de la ciudad y la participación ciudadana para acordar regresar al origen con barrios accesibles y con fuertes relaciones vecinales. Pasar de ciudades contaminadas, fragmentadas, peligrosas e injustas, como Guayaquil, Quito o Esmeraldas, con una violenta crisis ecológica, económica y social, para transformarse y regenerarse en ciudades más habitables, a escala humana, no del vehículo; respetuosas con el ambiente, seguras, que privilegien al ciudadano como eje de la planificación y con mejor calidad de vida.