Ciudad amiga de los niños

Los electores tienen que exigir educación de calidad a lo largo de la vida.
Todo el mundo coincide en la importancia de la educación a lo largo de la vida. Esa premisa debería concretarse partiendo de la educación preescolar para garantizar a nuestros niños el pleno desarrollo de sus habilidades cognitivas, físicas, de socialización y de comunicación, incluyendo ahora hasta habilidades en el manejo de medios digitales. Todo ello sin perder el carácter lúdico que cualquier proceso de enseñanza-aprendizaje bien puede tener.
La aspiración se sustenta en la positiva experiencia de los países que disfrutan de esa cobertura, en la etapa de la vida en la cual precisamente se dice que los niños son una esponja que todo lo absorbe, incluyendo los conocimientos que se le brinden.
Recientemente, en el marco de las Conferencias del Bicentenario, la Lic. Mercedes Mayol Lassalle, presidente de la Organización Mundial de Educación Preescolar, trajo el tema a primer plano en su lucida disertación.
Pronto se hará el anuncio respecto a cómo acceder a la posibilidad de escuchar sus puntos de vista. Mientras tanto, me permito adelantar su propuesta fundamental, planteada como un compromiso a cumplir: hacer de Guayaquil una Ciudad Amiga de los Niños. Por supuesto, uno de los ejes para intentar concretar ese alto sueño es contar con los profesores especializados que requiere un proceso educativo especialmente delicado, tal cual es el proceso enseñanza-aprendizaje en la infancia.
La Lic. Mayol, que ha estado antes en Guayaquil invitada por la Fundación Ecuador, recordando la histórica entrevista de Bolívar y San Martín, cumplida en nuestra ciudad a poco de haber logrado su Independencia, recordó que la educación es libertad, insistiendo en que mientras más pronto se siembre ese sentimiento, más honda será su fijación en la conciencia del futuro adulto, más profundos sus valores cívicos. Por suerte existen en la ciudad maestros formados en educación preescolar. Sugirió y es muy válido, no desaprovechar la campaña electoral para comprometer a los candidatos en el apoyo a la educación a la infancia, entendida como eje de su formación integral con salud y nutrición.