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Gobernar es rectificar (IV)

Avatar del Francisco Huerta

Así como la vacunación fue un esfuerzo colectivo, para alcanzar su seguridad el Ecuador está convocado para aportar en ese propósito

Se informa que vamos a llegar a un acuerdo con China para producir vacunas. ¡Qué gran logro! Recomendamos intentarlo en el anterior “Gobernar es rectificar”. En el mismo artículo reiteramos una solicitud: restituir el Instituto Nacional de Higiene Leopoldo Izquieta Pérez a Guayaquil. La querida casa de investigación porteña fabricaba vacunas de diverso uso. ¿Qué mejor sitio para volver a hacerlo?

Ojalá predomine en la decisión de aceptar la petición, una voluntad de justicia histórica y epidemiológica: las enfermedades tropicales que motivaron la fundación del instituto, quisieron ser también señal de una vocación descentralizadora que luego tuvo otro hito con la creación de la Subsecretaría Regional de Salud, con sede en Guayaquil.

(La década infame destruyó esos esfuerzos en su desmesurado afán de controlarlo todo. Jamás entendieron que la unidad nacional requiere a gritos, descentralización. La concentración del poder en una sola sede atenta contra ella. No faltan quienes impulsen hasta ideas separatistas, asfixiados por el tortuguismo burocrático que, además, utiliza aceite para funcionar.) Perdón por el paréntesis, era necesario.

Entro ahora en otro tema que parece separado de la S de salud, pero la involucra: el de la S de seguridad. Lo trato aquí porque en su más cruel manifestación atañe a la vida humana: se incrementan día a día los homicidios en sus distintas variedades: femicidio, sicariato, etc.

Es urgente avanzar en el diseño de una política de seguridad contemporánea que involucre las nuevas manifestaciones del crimen organizado. El Estado ha quedado atrasado en relación a la sofisticación de los delincuentes y lucha con grandes desventajas: desde poder de fuego, hasta la identificación de la cúpula contra la que se combate. Hay que realizar un enorme esfuerzo en inteligencia y manejar la situación con enfoque de sindemia: ¿qué hay detrás del delito que lo sostiene y lo estimula?

Mientras tanto: ¿por qué se mantiene la tristemente célebre tabla de las drogas? Claro que las adicciones son un problema de salud pero, fomentar el microtráfico no lo resuelve