Premium

¡Todos por la salud!

Avatar del Francisco Huerta

Entristece e indigna el estado de postración a que el afán de enriquecimiento ha llevado a una institución emblemática de Guayaquil.

Si queremos hacer efectivo el derecho ciudadano a la cobertura universal en salud, a la altruista meta de salud para todos, tenemos que involucrarnos todos en su búsqueda y consecución.

Por eso, observo con agrado que el tema de la salud pública comienza a aparecer, cada vez con mayor extensión, en los diversos medios de comunicación colectiva. Recalco: salud pública, con ánimo de otorgarle una cultura de salud a la población en general.

Por supuesto, entiendo que la actual sea mayoritariamente una cultura de enfermedad. La gente, como ocurre con muchas de las libertades, solo aprecia la salud cuando la pierde y entonces quiere tener dónde curarse; por eso clama por hospitales y los desborda, en ausencia de una estrategia de atención primaria que dote, especialmente en las áreas marginales, de centros comunitarios que eviten que por una gripe o un pequeño trastorno se concurra a un hospital.

Un alto porcentaje de los problemas de salud puede y debe resolverse en centros donde se brinde atención primaria de calidad, pero en las áreas urbano-marginales no existen en la magnitud requerida y están abiertos cuando la gente está fuera de su casa, buscando trabajo y, si por fortuna lo tiene, cabe señalarlo para pedir intentar un correctivo, el IESS tampoco los posee.

En todo caso, en la oportunidad de haberme involucrado con distinguidos ciudadanos, en una veeduría ciudadana, promovida con buen criterio por el actual Presidente del Consejo Directivo del IESS, es grato reseñarlo y hacer desde esta columna de opinión, las primeras sugerencias.

Respecto a lo observado en una reciente visita al otrora emblemático Teodoro Maldonado Carbo, más que recrearse en los problemas, la mayor parte de ellos derivados de la pandemia de corrupción que azota a la república, lo trascendente es colaborar con los esfuerzos que su actual gerente está haciendo, en ánimo de poner a la calidad de la atención que brinda, en primer plano pero, también para insistir a las autoridades de control y de administración de justicia, en que se juzgue y se sancione a los corruptos y a sus redes. Hacerlo es urgente.