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Silencio electoral anticipado

Avatar del Francisco Huerta

"Como en pocas ocasiones previas, los ciudadanos ha debido resistir una infodemia para la cual todavía no hay vacuna"

No sé si los lectores comparten conmigo una especie de saturación respecto a la propaganda electoral. Por si acaso, para evitársela, me anticipo al silencio electoral. Creo sin temor a equivocarme que por lo menos los miembros de mi generación y las cercanas satisfacíamos nuestros apetitos informativos con los múltiples diarios que leíamos, las radios que escuchábamos y luego, con los programas de televisión y las cuñas políticas que en ella se proyectaban. El añadido contemporáneo de las múltiples redes en las que con solicitud expresa o no, se nos incluye y la repetición de los mensajes por parte de quienes los hacen públicos en simultánea, en dos, tres o cuatro chats, sin duda satura.

Entiendo que los jóvenes hace tiempo que dejaron de leer los diarios, salvo las excepciones que confirman la regla. En las radioemisoras básicamente escuchan música y uno que otro noticiero matutino, cuando por cuestiones de horario de trabajo no pueden verlo en los telediarios. Así, su vinculación con la actual campaña electoral se da en redes.

Acepto, hay que decirlo, que yo tengo la obligación por cuestiones de trabajo de acceder a la mayor cantidad de fuentes de información, pero es -uso un calificativo muy meditado- insoportable la infoxicación a la que a ratos me siento sometido. Mira uno temprano en la mañana el WhatsApp luego de haberlo revisado la noche anterior, y se encuentra con que el numerito que indica cuando han llegado nuevos mensajes, en ocasiones supera los tres dígitos. Comienzo a revisar y se encuentra de todo: desde invocaciones religiosas hasta las últimas cuñas del candidato favorecido por el administrador del chat, y en ocasiones hasta polémicas insulsas, que solo interesan a la vanidad de quienes las sostienen.

Mientras tanto y pese a la exuberante información que circula, hay “analistas” que sostienen que una buena parte de los electores todavía no tiene decidido por quien votar. Como tema de cierre solo me permito recomendar que se haga el esfuerzo de escoger, ahora o ante la urna, para no votar nulo. El nuevo presidente requiere un mandato claro.