Cañón de futuro: ¡Viva Jocay! ¡Viva Manta!
No entro en terrenos desconocidos, salvo en plan de investigaciones entomológicas o atraído por una fuerte curiosidad. Por eso ahora voy a comentar únicamente la alegría que quiero compartir con la gente de la antigua Jocay precolombina, la progresista ciudad de nuestros días: San Pablo de Manta, por su importante victoria futbolística.
Lo conseguido por el Delfín Sporting Club alcanzando, en reñido y dramático encuentro, el campeonato de la LigaPro, es digno de ser destacado y ese es el propósito de las líneas iniciales del presente cañonazo.
Pero Manta es mucho más que su equipo de fútbol, es una antigua capital de la industria atunera y capital también de tradicionales exportaciones agrícolas como el café y la tagua. Es, asimismo, una ciudad universitaria, dotada de formidable infraestructura turística compuesta por numerosos hoteles y magníficos restaurantes al alcance de todos los bolsillos. Sus playas están entre las mejores del país.
Hoy, con el logro deportivo, ojalá se aproveche el merecido optimismo generado, para planear su futuro de mejor manera y, aprovechando sus ventajas competitivas, magnífico aeropuerto, por ejemplo, ponerla firmemente en la ruta del progreso.
Es grato felicitar. Más todavía cuando la acción resaltada está llena de mérito’.
De lo que conozco, existen en esa hermosa ciudad mujeres y hombres de gran valor que, uniendo esfuerzos, pueden elaborar el diseño de lo que deben ser sus líneas maestras hacia la construcción del porvenir. Entiendo que ya se han dado acciones ciudadanas en esa dirección. Incluso se ha invitado a dar conferencias a prestigiosos planificadores extranjeros. También, aprovechando la bondad de su clima, se han realizado inversiones orientadas a construir centros médicos dotados de la más moderna tecnología y conducidos por prestigiosos galenos. Bien cabe recordar que en el pasado alojó un santuario de la diosa Umiña. Igualmente es notable el desarrollo urbano de algunos sectores de la ciudad.
Manta ha progresado pero, obviamente, puede y debe seguir haciéndolo. Progresar será la mejor manera de evitar que cualquier tipo de actividad delincuencial que podría haberse instalado, crezca y persista.